Era más que previsible que el pesado legado de Donald Trump como presidente de Estados Unidos alcanzase mucho más allá de los cinco años que duró su mandato, incluido su forzoso desalojo pese a sus ímprobos esfuerzos y maniobras antidemocráticas –y posiblemente delictivas– por mantenerse en el poder. Los últimos acontecimientos no hacen sino corroborar que su gestión presidencial estuvo a la altura de su histrionismo y su perturbador modo de actuar, tanto en los negocios como en la política. La imagen de agentes del FBI ante la mansión de Trump durante el registro de la vivienda en busca de documentos oficiales que el magnate pudo haberse llevado a su casa retrata a un personaje que ostentó el que probablemente constituya el poder más importante en el planeta. Las doce cajas de documentación que se ha incautado el FBI en la residencia de Trump de Mar-a-Lago determinarán la responsabilidad, incluso penal, del exmandatario norteamericano, sometido en los últimos tiempos a una ofensiva judicial sin precedentes que no solo no le está afectando en su imagen pública para los conservadores, sino que incluso puede impulsarle hacia su candidatura de cara a las elecciones presidenciales de 2024, como parece su intención. La última operación del FBI es, en este sentido, de altísimo riesgo. Si la investigación no hallase pruebas y documentos en poder de Trump sería el combustible perfecto para que el dirigente republicano incrementase su asedio a la actual administración demócrata bajo las consabidas acusaciones de persecución política contra él, caza de brujas y actuaciones a la altura de una república bananera, en línea con las declaraciones que está haciendo estos días. Sin embargo, son aún varias las investigaciones abiertas contra Trump, las principales de ellas, sobre su responsabilidad en el asalto al Capitolio, la causa abierta en Georgia por su intento de revertir el resultado de las elecciones o sus irregularidades fiscales y económicas de su emporio. Nada de esto parece afectar ni al Partido Republicano, al que Trump ha logrado arrastrar a su radical populismo, ni a sus seguidores. De ahí que cualquier paso en falso en las causas contra el expresidente puede tener el efecto de catapultarle de nuevo a la Casa Blanca, un escenario que aterra al mundo y amenaza con generar un conflicto civil en EEUU. l