A lo largo de los siglos, la ciencia y la tecnología han sido mayormente áreas reservadas al género masculino. No obstante, numerosas mujeres han hecho grandes aportaciones y han patentado inventos aunque sus nombres no sean sonados. Conocida es Marie Curie, pero hay muchas mujeres cuya labor fue pasada por alto. Fueron logros silenciados por la sociedad, como Mary Anderson, que ideó el limpiaparabrisas pero no obtuvo beneficio alguno por su invento.
La brillante científica
Maria Salomea Sk?odowska, más conocida como Marie Curie, nació en Varsovia en 1867. Desde joven mostró interés por el mundo científico y, aunque no lo tuvo fácil, consiguió superar diversos obstáculos para hacerse un hueco en él. En aquella época, en Polonia las mujeres tenían prohibida la entrada a la Universidad. Por ello, primero se formó en una escuela clandestina donde admitían a mujeres y después se trasladó a París para acceder a la universidad. Allí se licenció en Física y Matemática. Se casó con el también científico Pierre Curie, con quien trabajó en sus investigaciones.
Marie Curie fue la primera mujer en recibir un premio Nobel. Fue en 1903, junto con su marido y H. Becquerel, por su contribución al estudio de la radioactividad. De hecho, en un principio el premio se lo concedieron a Pierre, pero él se negó a aceptarlo si no se lo otorgaban también a su mujer. En 1911 recibió un segundo premio Nobel, esta vez en solitario, por el descubrimiento de dos nuevos elementos químicos: el radio y el polonio. Con él se convirtió en la primera persona en recibir dos premios Nobel.
Gracias a sus investigaciones en el campo de la radiación, Marie Curie es también reconocida por haber descubierto que la radioterapia podría ser un tratamiento contra el cáncer. Murió en 1934 a causa de una anemia aplásica, debido a su exposición a la radiación, ya que en aquel entonces desconocían los efectos nocivos que provocaba.
Por la seguridad vial
Mary Anderson nació en Alabama en 1866. Inquieta y emprendedora, fue una mujer de negocios del sector inmobiliario. En uno de sus viajes a Nueva York experimentó la lentitud de los tranvías los días de lluvia y nieve. Por aquel entonces, el vehículo debía parar una y otra vez para que el conductor saliese y limpiase el parabrisas. Una tarea a la que Mary Anderson puso solución ideando un brazo metálico con una lámina de caucho en contacto con el cristal exterior, que además el conductor podía manejar desde el interior con una palanca.
En 1903 patentó el limpiaparabrisas, uno de los inventos más importantes en relación con la seguridad vial, tanto para coches, trenes o tranvías. Dos años más tarde intentó que una compañía canadiense lo comercializara, pero fue rechazado. El momento histórico que vivía y el hecho de ser mujer jugaron en su contra. El invento fue objeto de burlas y recibió varias críticas, alegando que era un peligro para el conductor ya que era un elemento de distracción. Años más tarde, con la aparición del primer utilitario, marcas como Ford desarrollaron sus limpiaparabrisas basándose en la patente de Anderson, pero no recibió ningún beneficio económico por derechos de propiedad.
La Reina del Sol
Mária Telkes nació en Hungría en 1990, con 20 años se graduó como Fisicoquímica en la Universidad de Budapest y a los 25 se trasladó a Estados Unidos. Telkes es considerada la pionera de la energía solar, ya que descubrió el gran potencial del Sol e investigó para averiguar cómo beneficiarse de esta energía: convertir los rayos de sol en electricidad y calor.
Fue la inventora del primer generador termoeléctrico. Además, construyó la que se conoce como la primera casa solar: una residencia experimental denominada "Casa de Dover" para la cual desarrolló un sistema de calefacción que regulaba la temperatura de la casa únicamente con la energía procedente del sol. La vivienda tenía en el techo chapas que acumulaban la irradiación solar, y debajo unas cajas con una solución de sulfato de sodio. Cuando esa materia se calentaba, el calor se expandía por toda la casa gracias a unos conductos y unos ventiladores. Ideó también un horno solar que alcanzaba una temperatura de hasta 200 grados Celsius.
La madre de Barbie
Ruth Handler, la creadora de la muñeca más famosa de la historia, nació en 1916 en Colorado. Siempre destacó por su espíritu emprendedor y llegó a presidir la empresa Mattel que revolucionó la industria de los juguetes en Estados Unidos, en una época en el que en el mundo empresarial predominaban los hombres.
Handler se fijó en que su hija, como la mayoría de niñas, jugaba a ser adulta. Propuso entonces crear una muñeca con forma de mujer adulta, pero los diseñadores de Mattel rechazaron la idea, pensando que las chicas no se sentirían identificadas con ella. Durante un viaje por Europa descubrió una pequeña muñeca alemana con estética adulta: Lilli. Decidió comprar los derechos y diseñó su propia muñeca. Así, el 13 de febrero de 1959 nació la Barbie (diminutivo del nombre de su hija Bárbara), que dominó el mercado en la década de los 60. Visto el éxito que obtuvo, dos años más tarde nació Ken (diminutivo de su hijo Kenneth), el novio de Barbie.
