La reducción de jornada y un SMI propio centrarán las demandas del 1 de Mayo
El contexto internacional marcará la jornada por la oposición sindical a las políticas de Trump y el rearme de Europa
Los sindicatos calientan motores para el Primero de Mayo. Ayer, CCOO y UGT presentaron a nivel estatal las líneas que marcarán sus reivindicaciones en las manifestaciones que recorrerán las calles de 50 ciudades: el cumplimiento del acuerdo para la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas este año y la constitución de una mesa de diálogo social en la segunda parte de la legislatura que permita emprender la reforma del despido. Unas demandas que, según reconocieron ambas centrales sindicales, quedarán eclipsadas por el rechazo que mostrarán a las políticas de la nueva Administración estadounidense.
Días antes, tanto ELA como LAB convocaron sus propias marchas en Euskal Herria, donde el establecimiento de un salario mínimo propio será la principal demanda. Los reclamos de unos y otros van en consonancia con los temas que han marcado la actividad sindical en los últimos meses y que volverán a poner sobre la mesa en las tradicionales manifestaciones del día del Trabajo. Bajo el lema Gutxieneko soldata, hemen erabaki, ELA recorrerá las calles de Bilbao e Iruñea, mientras que LAB saldrá en la capital navarra y Tutera langileen alde. En ambos casos, el toque internacional vendrá de su oposición al rearme de Europa y al impulso de la industria armamentística.
“Este Primer de Mayo será quizá el que más connotaciones globales tenga en más de 100 años de historia”, señalaron ayer los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Unai Sordo, durante un acto conjunto en Madrid. Bajo el lema Proteger lo conquistado, ganar futuro, las dos centrales sindicales se han marcado dos prioridades. La primera, reivindicar que se inicien ya los diálogos para reformar el despido en el Estado español, después de que el Comité Europeo de Derechos Sociales fallara que el actual no es lo suficientemente disuasorio.
“Se va a generar un escenario de inseguridad jurídica sobre el despido. Está cantado. La patronal sabrá si prefiere acometer una mesa de diálogo social donde abordemos este tema, que yo creo que es razonable abordarlo y más con los pronunciamientos que ha habido o que pueda haber del Comité Europeo de Derechos Sociales, o dejar que sea una dispersión de sentencias las que configuren que las empresas cuando despiden no sepan a ciencia cierta si un tribunal les va a meter un viaje diciendo que la indemnización no es ‘X’ sino que es ‘X’ multiplicado por 10”, indicó Sordo. “La patronal debe ser consciente de que o entra a negociar o el Gobierno debe legislar desde el derecho europeo. No es una legislación libre del Gobierno, sino desde el derecho europeo”, añadió Álvarez.
Reducción de jornada
La segunda prioridad será exigir, una vez más, que se apruebe definitivamente la reducción de la jornada laboral. Ambos líderes sindicales fueron críticos sobre el hecho de que el anteproyecto de ley siga pendiente de pasar por una segunda vuelta en el Consejo de Ministros. “Queremos decirle al Gobierno que tiene que tramitar esto. Que se haya quitado el foco público de la reducción de jornada no es óbice para que no seamos exigentes. Hay que correr”, apuntó Sordo. “Hay que dar paso al proceso legislativo. No tiene sentido que continúe paralizada. Tiene que avanzar, no estamos en momento de esperar”, señaló, a su lado, Álvarez.
Ambos líderes sindicales presentaron junto a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, el acuerdo para reducir la jornada a 37,5 horas hace cuatro meses. Tras un desencuentro público entre los ministerios de Economía y Trabajo, el anteproyecto de ley se aprobó en Consejo de Ministros en febrero. Pero debe volver al Ejecutivo tras el dictamen del Consejo Económico y Social y ahí es donde está paralizado en estos momentos. Además, queda lo más difícil: su posterior paso por el Congreso de los Diputados, donde el voto de Junts es clave y ya ha avanzado su rechazo al proyecto, en línea con lo expresado por la patronal.
Álvarez y Sordo reconocieron que este tema debería centrar las reivindicaciones de este Primero de Mayo, pero que, sin embargo, la coyuntura internacional obliga a tomar posición. “Quiero pedirle a las personas trabajadoras de mi país que salgan a la calle porque la internacional del odio odia todo que queremos nosotros. Odian la igualdad, odian los derechos LGTBI+, odian a los migrantes, odian nuestros derechos sociales”, instó el secretario general de UGT.
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