Plásticos Mollarri: “Era una necesidad, las cosas no se tienen que hacer sólo por disponer de ayudas”

Plásticos Mollarri es una pyme de Zarautz que ha apostado por avanzar en la sostenibilidad de su actividad con diversas medidas, entre las que destaca la sustitución de una máquina por otra de inyección que, además de ser más precisa, reduce el consumo de energía y contribuye a conservar el medio ambiente. Esta decisión se ha visto respaldada por la subvención concedida por el EVE dentro del programa de eficiencia energética.

Su gerente, Iosu Arruti, advierte de que la compra de esta máquina “era una necesidad que teníamos, no lo hemos hecho por la ayuda”, aunque admite que la aportación del Ente Vasco de Energía ha suavizado el esfuerzo inversor de alrededor de 120.000 euros que ha tenido que realizar. 

Independencia del tamaño

“Es un desembolso importante, pero tienes que hacerlo, no creo que las cosas se deban realizar porque haya una ayuda detrás”, reitera. Consultado por si el tamaño pequeño ha condicionado la decisión de realizar esta inversión, considera que las dimensiones de una empresa no pueden determinar la adopción de iniciativas de eficiencia energética y sostenibilidad.

Además del “claro” beneficio al medio ambiente que representa la compra de esta máquina que sustituirá a otra menos eficiente, la decisión también es ventajosa para la actividad de la empresa, que incrementa su competitividad porque, al ser un equipamiento más preciso, aumenta su productividad. 

Período de pruebas

Por el momento, la firma de Zarautz ha adquirido una máquina que en la actualidad se encuentra en periodo de pruebas, pero Arruti avanza que, una vez confirmado su efecto positivo en la actividad, analizarán la posibilidad de incorporar otros nuevos equipamientos en sustitución de los actuales “que consumen mucho”.

Este movimiento no es el primero que adopta Plásticos Mollarri para evitar la emisión de contaminantes y ahorrar en el consumo energético, tal y como señala su gerente, quien admite que la compra de la máquina ha sido la medida “más fuerte”, pero ya desde hace unos años existe una conciencia medioambiental que les ha llevado a emplear un compresor a velocidad variable para ahorrar energía o instalar en toda la fábrica iluminación LED.