El Puerto de Pasaia es una de las infraestructuras referentes en el territorio en el sector de la logística, lo que le convierte en motor de la actividad económica de Gipuzkoa. Son muchas las empresas que recurren a la dársena para transportar sus mercancías, como es el caso del sector de la siderurgia o de los fabricantes de automóvil, uno de los sectores con mayor tráfico en Pasaia.
Cabe destacar las cifras positivas que ha acumulado el último ejercicio con un tráfico total de 3,5 millones de toneladas, posicionándose como uno de los puertos con mayor crecimiento del Estado. Una evolución que se espera mantener, dado que actualmente se encuentra en plena fase de transformación con el objetivo de ampliar sus espacios y permitir la entrada de buques de mayor dimensión. En ese sentido, uno de los proyectos más relevantes para promover el crecimiento del Puerto es la Intermodal de Lezo, una actuación liderada por Gobierno Vasco y Adif en la que esperan que haya avances próximamente.
Una ubicación estratégica
Una de las principales ventajas de este puerto es su accesibilidad: Pasaia tiene comunicación directa con la península y con el resto de Europa por avión, por tren y por carretera. Si a una ubicación estratégica como la suya se le añade la eficiencia de la SAGEP y de las empresas estibadoras que operan en la dársena, se obtiene una organización altamente competitiva en costes (combustibles + peajes) y en tiempos.
Competitivo, sostenible y amable
La competitividad de la actividad portuaria pasa por promover un crecimiento sostenible y respetuoso con el entorno. Así las cosas, además de buscar que sea una infraestructura atractiva y económicamente rentable para las empresas, el Puerto de Pasaia se define como un proyecto estratégico, competitivo y sostenible con el objetivo de constituirse como un espacio portuario amable que permita la convivencia de la actividad portuaria (actividad pesquera, actividad industrial, etc.) con el uso y disfrute del entorno de la ciudadanía.
Desde el siglo XVI
Pasaia ha sido durante muchas épocas referente comercial para el País Vasco y para la península; en el siglo XVI con las expediciones marítimas a Terranova, en el siglo XVIII en el comercio marítimo y más próximo a nuestros días, con la flota pesquera de altura y de gran altura y con la construcción naval. Estas distintas actividades han dejado su impronta en lo que hoy es la Autoridad Portuaria de Pasaia.