“El binomio infraestructuras y movilidad siempre ha estado presente a lo largo de la historia de Gipuzkoa, muestra de ello es el Camino Real, de 102 kilómetros, que se construyó en el siglo XVIII, o el ferrocarril que se puso en marcha a mediados del siglo pasado para unir Madrid con Irun. Gipuzkoa es un territorio pequeño, de 1.900 metros cuadrados de extensión y con una orografía compleja, lo que ha obligado a desarrollar una ambiciosa red de carreteras de alta capacidad, lo que nos ha permitido configurar un sistema vial que hace posible transitar por Gipuzkoa como si de una ciudad se tratara. Gipuzkoa es, además, un punto estratégico en Europa en lo que a movilidad se refiere, tal y como hemos comprobado recientemente con acontecimientos como la tractorada. En definitiva, el desarrollo de las infraestructuras es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo económico y social del territorio, y a ello se suman ahora desafíos como el cambio climático, la descarbonización y la digitalización”. Así se expresó Eduardo Iribarren, director de NOTICIAS DE GIPUZKOA, en la presentación del foro Biharko Ingurunea, organizado por este periódico con la colaboración de Diputación Foral de Gipuzkoa y la Autoridad Portuaria de Pasaia, Pasaia Port.
Hacia una movilidad sostenible y eficiente
Los desafíos que presenta la nueva movilidad fueron objeto de debate en la primera mesa de la jornada, titulada Transformando Gipuzkoa: hacia una movilidad sostenible y eficiente, en la que participaron Fernando Zubillaga, gerente del Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi; Gaizka Lazarobaster, investigador en Movilidad Inteligente y Sostenible de Tknika; y el profesor de la Universidad del País Vasco, David Hoyos. Moderado por el periodista Imanol Arruti, el coloquio analizó el rol que deben jugar las administraciones y las políticas públicas en la transición hacia nuevos modelos de movilidad y las oportunidades que representa para Gipuzkoa el desarrollo de éstos.
“Las políticas públicas deben ser firmes y es fundamental que los mandatarios crean en ellas”, opinó Lazarobaster. El gerente del Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi, por su parte, dijo que “en este momento estamos viviendo una época de transición, estamos construyendo lo que será la nueva movilidad. Intuimos cómo será, pero no lo sabemos con certeza y, en este sentido, las administraciones deben jugar un rol facilitador llevando a cabo políticas flexibles y de tránsito”. Añadió la importancia de “fomentar la innovación, impulsar espacios de testeo y establecer Planes de Movilidad Urbana Sostenible”, subrayando que “en Gipuzkoa lo estamos haciendo francamente bien”. Sobre cómo será el futuro de la movilidad, Zubillaga avanzó que “será eficiente, segura, sostenible y flexible, además de autónoma y compartida”.
El profesor de la UPV consideró que las administraciones públicas “juegan un papel difícil” porque, hasta ahora, “nuestro modelo de movilidad se ha basado en el coche”. “Debemos entender que el problema del cambio climático incide directamente en la forma de movernos y nos obliga a dar un paso atrás en el uso del transporte motorizado. Ya lo dijo Einstein, no podemos actuar de la misma manera que cuando creamos el problema”, aseveró. Y es que para Hoyos, “el hecho de volver a los orígenes no debe ser un sacrificio, sino que debemos verlo como un futuro deseable que nos va a garantizar una mayor calidad de vida”. Concluyó esta primera intervención indicando que “aún hay mucho por hacer, pero podemos tomar medidas sencillas como apostar por la movilidad activa o el transporte público, lo cual es también una política muy valiente. Desde el sector público es necesario dar la vuelta a las prioridades”.
Por otra parte, los invitados de este espacio estuvieron de acuerdo en que la nueva movilidad representa infinidad de oportunidades para el territorio. “El vehículo eléctrico es un reto mayúsculo y Gipuzkoa cuenta con las capacidades para ser los primeros y acertar con las decisiones que haya que tomar durante la carrera”, reflexionó Zubillaga. “Aumentar los puntos de carga es fundamental para el impulso definitivo a la electromovilidad, pero esta no es la única alternativa. Se deberían impulsar más ayudas a la innovación para poder desarrollar nuevos modelos”, expuso Zubillaga, quien dio a conocer algunos de los proyectos que están liderando desde el Clúster, como es el caso de una iniciativa enmarcada en la economía circular, cuyo objetivo es dar una segunda vida a las baterías eléctricas. “Todo lo que llevamos a cabo desde el Clúster tiene un carácter sostenible. Así lo están marcando los ODS y las empresas grandes ya lo están aplicando. Debemos tener en cuenta que la sostenibilidad va a ser un factor competitivo para todas las organizaciones”.
En ese sentido, Lazarobaster explicó que Tknika es un centro tecnológico que trabaja en red con centros de formación y con empresas, “lo que le permite conocer los problemas y necesidades de las organizaciones”. Así las cosas, el investigador aclaró que desde Tknika dinamizan proyectos enfocados a dar respuesta a esas necesidades. “Realizar labores de vigilancia de las nuevas tecnologías que se están desarrollando, como puede ser el hidrógeno, y formar a las empresas y los centros de formación”, dijo, “son otras de las funciones de Tknika”.
Tecnología sí, pero no a cualquier precio. Los ponentes abogaron por la necesidad de impulsar también un cambio de cultura. “Tenemos que sensibilizar a la sociedad de la importancia de desplazarnos por la ciudad de manera amigable. Debemos dejar de pensar que los que vamos en coche tenemos más derechos que los peatones o las bicis”, reclamó Lazarobaster. Hoyos, por su parte, abogó por “las zonas de prioridad invertida, donde se muestra al coche que el peatón es quien tiene la prioridad”.
“Estamos viviendo una época de transición, construyendo lo que será la nueva movilidad. Intuimos cómo será, pero no lo sabemos con certeza y las administraciones deben jugar un rol facilitador”
“Tenemos que sensibilizar a la sociedad de la importancia de desplazarnos por la ciudad de manera amigable”
“Aumentar los puntos de carga es fundamental para el impulso definitivo a la electromovilidad, pero esta no es la única alternativa”
“Aún hay mucho por hacer, pero podemos tomar medidas sencillas como apostar por la movilidad activa o el transporte público”
