El índice de penetración de la oferta del Centro de Ciberseguridad Industrial de Gipuzkoa Ziur es cada vez más elevado, sobre todo por el “boca a boca”, explica su directora general, María Penilla. Incidentes como la llegada del virus informático WannaCry en 2017 o la más reciente necesidad del teletrabajo con motivo de la pandemia de coronavirus ha incrementado el interés por iniciar acciones de ciberseguridad.

Ziur durante el año pasado atendió las necesidades de 315 negocios “y esa cifra va subiendo porque cada vez nos conocen más empresas”, añade María Penilla. La línea de formación es la más requerida, con alrededor de 200 participantes. A través de talleres y sesiones informativas, el Centro de Ciberseguridad Industrial de Gipuzkoa ofrece información útil para que los negocios estén protegidos.

Asesoramiento

Otra línea es la del asesoría de encaminamiento que, sobre todo, utilizan pequeñas y medianas empresas, que en el pasado ejercicio ascendieron a 42. “Saben que tienen que hacer algo en el ámbito de la ciberseguridad pero no conocen el mercado ni tienen perfiles especializados”, aclara Penilla. La función de Ziur es acompañarles en la elaboración de un diagnóstico básico para, con esta base, realizar una propuesta de proyectos de mejora y orientarles en cómo acceder a los recursos.

Un tercer servicio es el de experimentación, que fue utilizado el año pasado por 70 empresas. En este caso, a lo largo de entre cuatro y seis meses personal técnico de Ziur y responsables de las empresas trabajan en coordinación para definir la situación en la que se encuentran con respecto a la ciberseguridad a través de una auditoría. A partir de ahí, se seleccionan una serie de tecnologías que pueden ser útiles para una mayor protección. “Son proyectos que funcionan bastante bien y tienen una buena acogida entre las empresas porque es una ayuda más directa”, asegura la directora general de Ziur.

Colaboraciones

Para desarrollar su trabajo, este centro impulsado por la Diputación de Gipuzkoa mantiene colaboraciones con el “fuerte” ecosistema que existe en Euskadi, “de los más potentes del Estado”, asevera Penilla, en el que se sitúan las grandes consultoras y proveedoras de servicios que son útiles para compañías de elevada dimensión, empresas de ciberseguridad más pequeñas para atender a las pymes, startups y centros de I+D, y universidades y centros de formación profesional, estos últimos para dar respuesta al creciente problema compartido por otros sectores como es la falta de talento.

ACTITIVIDAD DE ZIUR

  • Formación. Alrededor de 200 empresas han participado en los diferentes talleres y sesiones impartidos por Ziur con el objetivo de incrementar la concienciación y dotar al tejido industrial de conocimientos para afrontar la ciberdelincuencia. 
  • Asesoría. Un total de 42 negocios se beneficiaron del programa de asesoría desarrollado por Ziur y dirigido sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, con menos recursos para protegerse de los delitos cibernéticos, a quienes ofrece una auditoría sobre su situación actual y un acompañamiento en la búsqueda de soluciones. 
  • Experimentación. Este programa avanzado apoyó durante el pasado año a 70 empresas que tuvieron ocasión durante cuatro o seis meses de probar innovadora tecnología para combatir este tipo de delitos. 


LA CIFRA

39 segundos es el periodo de tiempo en el que se produce un intento de ciberataque a una empresa, lo que no significa que todos logren su objetivo porque el tejido industrial cada vez está más concienciado de este peligro y se dota de sistemas y equipos para evitarlos.