Pugna abierta entre Iberdrola y Repsol. La energética presidida por Ignacio Sánchez Galán ha presentado una demanda ante los juzgados de lo Mercantil de Santander contra la petrolera de Antonio Brufau “por competencia deselal y publicidad engañosa”, al considerar que ha incurrido en greenwashing –blanqueo ecológico ecopostureo–. El objetivo de Iberdrola es que Repsol retire varias campañas publicitarias destinadas a los consumidores de energía y se destruya todo el contenido relativo a las mismas.

“En la demanda se solicita que se declare que Repsol está llevando a cabo actos de competencia desleal, condenado a dicha compañía a cesar su realización, prohibirle su reiteración futura y remover sus efectos”, explican fuentes de la energética a este periódico. Es decir, que se obligue “a la destrucción de mercaderías, embalajes de productos, cartelería, entregables y folletos publicitarios, correspondencia comercial, vídeos o grabaciones acústicas, u otros materiales destinados a hacer llegar a los consumidores los contenidos publicitados”. Iberdrola entiende que Repsol promociona iniciativas sostenibles, “cuando su oferta multiproducto busca fomentar el uso de carburantes”

Asimismo, apunta que “omite en sus comunicaciones la actividad principal de la compañía y los verdaderos efectos para el medio ambiente de sus productos y servicios”. De hecho, asegura que “es la empresa de España con mayor emisión de gases con efecto invernadero, y en cambio en sus comunicaciones se autodefine como líder en sostenibilidad y transición energética”.

La compañía eléctrica asegura que ha realizado un “profundo análisis de la publicidad y comunicaciones corporativas de las sociedades de Repsol” y enumera un total de 15 referencias que entiende que constituyen actos de greenwashing. En su análisis, la compañía aporta algunos datos, como que en 2022 Repsol aumentó sus emisiones de CO2 un 16% o que ese año destinó el 82% de sus inversiones a combustibles fósiles y solo el 0,82% a la producción de energía renovable. También asegura que sólo el 0,4% de sus ingresos provinieron ese año de actividades de generación renovable.

Así, Iberdrola trata de demostrar que la imagen trasladada por Repsol no se corresponde con la realidad y, para reforzar esa idea, argumenta que la petrolera ya fue obligada por el regulador del Reino Unido a retirar dos campañas sobre biocombustibles e hidrógeno, “campañas con mensajes similares a las de España”. Por todo ello, la eléctrica considera que sus campañas de la petrolera constituyen una infracción de la Ley de Competencia Desleal.

“La generalización de estas prácticas de ‘eco postureo’ tiene consecuencias en los mercados, ya que termina por erosionar la confianza del consumidor en las iniciativas de sostenibilidad y socaba los esfuerzos de las empresas que realmente estamos trabajando por construir un mundo más sostenible”, señalan las fuentes.

Respuesta de Repsol

La demanda, presentada en febrero, ha sido admitida a trámite por el juzgado, sin embargo, fuentes de Repsol explicaron ayer a Europa Press que no les había sido aún notificada. De hecho, la compañía petrolera defiende que su estrategia y su propuesta de valor a los clientes “son únicas en la Península Ibérica y han generado nerviosismo en Iberdrola, una empresa que no está acostumbrada a manejarse en un marco competitivo”.

“Repsol seguirá creciendo en clientes de electricidad y continuará ofreciendo a la sociedad soluciones energéticas de presente y de futuro, como los combustibles renovables, que son vistos por parte de algunos, entre ellos Iberdrola, como una amenaza al discurso, falso, de que la electrificación es la solución única para reducir las emisiones de CO2 en el transporte”, añadieron las fuentes.

Según Repsol, la compañía “se ha convertido en tan solo cinco años en una compañía multienergética, con una oferta comercial única en España que incluye ahorros a sus clientes y capacidad para satisfacer las necesidades energéticas y de movilidad de cualquier persona”. A este respecto, recuerda que el año pasado sumaron 246.000 nuevos clientes de electricidad en el Estado y superaron los 2,1 millones de clientes, situándose como la cuarta comercializadora.

Además, se defienden de las acusaciones de Iberdrola señalando que, en generación renovable, la compañía cuenta con 2.800 megavatios de capacidad instalada en España y que, en el sector de la recarga eléctrica, ha firmado importantes contratos con empresas relevantes y tiene más de 1.700 puntos operativos. “A esto se suma su red de estaciones de servicio, con más de 3.300 puntos repartidos por todo el país, donde ha iniciado el despliegue de combustibles 100% renovables; la aplicación Waylet, que llega a casi 8 millones de usuarios y ofrece todo tipo de ofertas, bienes y servicios; y el inicio, en octubre de 2023, de la producción de hidrógeno renovable, una de las vías para la descarbonización de los grandes centros industriales”, concluye.