Las elevadas tasas de inflación que se registraron durante el pasado año, unido al efecto disuasorio de las consecutivas subidas del Euríbor, provocaron que la firma de hipotecas se hundiera un 16,9% en Euskadi mientras que la compraventa de viviendas también cayó 12,5 puntos porcentuales, según los datos que ofreció ayer el Instituto Nacional de Estadística INE.

A lo largo del ejercicio se firmaron un total de 24.411 hipotecas para todo tipo de propiedades, aunque la mayoría correspondió a préstamos para la adquisición de viviendas, un total de 19.181 firmas. Estos datos reflejan una caída de casi 17 puntos porcentuales, que es nueve décimas inferior a la que se produjo en el conjunto del Estado.

El comportamiento de diciembre en Euskadi respecto al mismo mes del año anterior evitó que la caída fuera más pronunciada, puesto que el retroceso se quedó en un 4%, una atenuación que, no obstante, sigue marcando una tendencia a la baja en la firma de hipotecas. Detrás de este comportamiento se encuentra la decisión del Banco Central Europeo BCE de elevar progresivamente los tipos de interés para combatir la inflación.

Si en febrero de 2023 los tipos de interés se encontraban al 3%, ya en junio subieron al 4% pero los ascensos no pararon hasta llegar al 4,5% con el que cerró el año, que también se mantiene en el presente a la espera de que la situación revierta a mediados de ejercicio, si bien la presidenta del BCE, Christine Lagarde, no asegura de momento un cambio de decisión.

Esta escalada contra la inflación tuvo su correspondencia en el Euríbor, índice al que están referenciadas las hipotecas. En este caso, entre enero y julio los incrementos fueron constantes al pasar del 3,337% al 4,149%. La caída de agosto no impidió que en septiembre se volviera a este porcentaje, aunque el año cerró con un Euríbor del 3,679%.

En este contexto se sitúa la fuerte caída de las hipotecas. De las 24.411 firmadas, 19.181 correspondieron a viviendas con un importe medio de 159.000 euros, lo que significa que se formalizaron en conjunto 3.045 millones de euros, según detalla el INE.

El resto de los acuerdos firmados tienen diferentes destinos. Así, se formalizaron 406 hipotecas para fincas rurales, 279 para solares y 4.545 para la adquisición de oficinas, garajes o trasteros.

Respecto a los cambios en el registro, de los 5.412 producidos la mayor parte fueron de novación, un total de 3.693. El cambio de titularidad fue objeto de otras 1.488 modificaciones mientras que las 231 restantes se motivaron por un cambio de entidad.

El Instituto Nacional de Estadística informó también de la cancelación de 18.495 hipotecas durante el pasado ejercicio.

Compraventa

Los malos datos obtenidos por el negocio hipotecario en Euskadi se pueden trasladar a la compraventa de viviendas, que en 2023 también experimentó un sensible retroceso, aunque no tan pronunciado, de 12,5 puntos porcentuales.

La caída es más preocupante si se tiene en cuenta que en los dos años anteriores, en 2021 y 2022, se registró una fuerte tendencia al alza que mostraba una reactivación del mercado frenado el pasado ejercicio, con once meses consecutivos de descensos en la adquisición de viviendas.

De las 38.090 casas que se notificaron al registro de la propiedad, la mayor parte (20.696) se realizó por una compraventa, aunque también fue abultado el número de viviendas que se recibieron de una herencia, un total de 10.561. El resto lo completan 517 dotaciones, 101 permutas y 6.215 de otro tipo.

Las usadas y de mercado libre coparon la mayoría de las operaciones realizadas al situarse en 36.104 transmisiones.