Basque Culinary Center BCC ha creado junto con la firma Cardumen Capital un nuevo fondo de inversión destinado a financiar startups que propongan innovadores avances tecnológicos en el ámbito de la agricultura y la alimentación. Esta iniciativa persigue reforzar su posición como polo referente de innovación gastronómica en el mundo, dado que amplía a la financiación sus actuales capacidades académicas y como aceleradora de nuevos negocios.

El fondo de inversión gestionado por Cardumen Capital y BCC y radicado en Gipuzkoa está dotado con 50 millones de euros procedentes de instituciones públicas como el Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa y otros perfiles estratégicos de inversores y se centrará en proyectos innovadores del ámbito, como la agricultura de precisión, los bioestimulantes, la agricultura 4.0 o las proteínas alternativas, según explica el director del área de Desarrollo del Basque Culinary Center, Asier Alea. Un ejemplo de la línea que va a adoptar este fondo es su primera participación en una startup, Oshi de Estados Unidos, que elabora filetes de salmón noruego vegetal.

“Es un paso más para crear en Gipuzkoa un ecosistema de innovación alimentaria único”

Asier Alea - Director del área de Desarrollo del BCC

Esta inversión en un negocio extranjero también refleja la intención de no limitarse a startups vascas, sino extenderse sobre todo a Europa e Israel, donde Cardumen Capital cuenta con una larga experiencia. Alea cree que esta visión global es beneficiosa para Gipuzkoa y Euskadi, puesto que además de apoyar proyectos vascos propicia la incorporación de nuevas experiencias al bagaje de la tecnología desarrollada en la CAV, además de posibilitar el asentamiento en el territorio de innovadores negocios.

INNOVACIÓN

“Se trata de otro paso más para crear en Gipuzkoa un ecosistema de innovación alimentaria único en el mundo”, afirma Alea, quien añade que el BCC sondeó varios fondos de inversión antes de optar por Cardumen Capital, y que la elección responde a su amplia experiencia en el ámbito de las BigTech, las grandes tecnológicas mundiales. Además, sus fundadores Igor de la Sota y Gonzalo Martínez de Azagra son dos vascos conocedores de la mecánica de la economía guipuzcoana.

La presencia del Basque Culinary Center en este fondo denominado AgriFoodTech se traduce en una participación del 1% con la que adquirirá participaciones en startups para entrar en su capital. Junto con el aspecto monetario, el BCC realizará aportaciones a estos jóvenes negocios al ofrecerles una validación tecnológica a sus propuestas y enriquecerlas con la reputación que acompaña a este centro.

Sede del Basque Culinary Center en Donostia. EFE

Asier Alea añade la capacidad que tiene el BCC de identificar proyectos interesantes a nivel mundial. En este sentido, cita la iniciativa Culinary Action! on The Road, la aceleradora que celebra por todo el mundo talleres dirigidos a emprendedores que tengan proyectos disruptivos en el ámbito de la gastronomía y a los que acuden, de media, un centenar de startups por cada sesión. 

El fondo cuenta con aportaciones institucionales. Alea explica que el Gobierno Vasco se ha implicado dado que esta iniciativa se alinea con su plan estratégico de digitalización de la cadena de valor alimentaria y de la gastronomía, mientras que la Diputación de Gipuzkoa también participa a través del departamento de Hacienda y Finanzas que persigue atraer inversores al territorio.

REQUISITOS

Los proyectos susceptibles de acceder a esta financiación deben ofrecer soluciones con un alto componente tecnológico y una apuesta decidida por la innovación y ejercer en el ámbito de la alimentación que, advierte Alea, es muy amplio y abarca cuestiones muy diversas como la optimización del uso del agua o la aplicación de la Inteligencia Artificial para elaborar productos más sano. “Es un fondo complementario para hacer evolucionar al BCC de centro académico a un centro de referencia de la innovación tecnológica”, concluye.