La campaña de pesca de atún blanco-bonito del norte ha comenzado de manera satisfactoria para los arrantzales. Transcurrido un mes desde el inicio de la pesquería, las capturas están siendo buenas y las perspectivas de cara al futuro son favorables. Esta pasada semana se registró la entrada de las primeras partidas de bonito en los puertos de Bizkaia. Concretamente, cuatro embarcaciones con base en el puerto de Bermeo descargaron un total aproximado de 15.000 kilos procedentes de las capturas realizadas en aguas del Atlántico. El bonito grande, de más de siete kilos, se cotizó por encima de los once euros el kilo. Las piezas de tamaño mediano, entre 4 y 7 kilos, se vendieron entre nueve y siete euros en tanto que el bonito pequeño, de menos de cuatro kilos la pieza, osciló entre 3 y 4 euros el kilo.

El resto de pesqueros de la flota bermeana que desarrolla su actividad mediante el empleo del sistema de pesca conocido como curricán o cacea realizó sus descargas en puertos gallegos y asturianos como Celeiro, Burela, Avilñes o Gijón, por su mayor proximidad con las zonas de pesca. “La costera ha comenzado bien. No nos podemos quejar. Como es habitual, en la primera marea nos hemos tenido que desplazar muchas millas al oeste de nuestras costas pero ha merecido la pena” asegura Jon Lartitegi, patrón del pesquero Caraba de Bermeo.

La situación ha cambiado durante los últimos días y los pesqueros han tenido que abandonar las aguas del Atlántico para desplazarse al Cantábrico y el Golfo de Bizkaia. “Los cardúmenes que encontramos durante los primeros días de campaña han desaparecido y sólo encontramos un poco de pescado joven. Antes completábamos dos mareas en el Atlántico pero en los últimos años el pescado desaparece enseguida. Por eso, hemos decidido poner rumbo a las aguas del Golfo de Bizkaia a la espera de que aparezca el bonito” explica Lartitegi.

El grueso de la flota vasca de bajura se concentra ahora en aguas del Cantábrico aunque hasta la fecha no se han producido capturas reseñables. “Estamos a mediados de junio, y porque en el Atlántico se haya adelantado la aparición del bonito, no quiere decir que tenga que suceder lo mismo en el Cantábrico” advierte el patrón del pesquero bermeano. En estos momentos el grueso de la flota se halla faenando a unas 180 millas al noroeste del Cabo Matxitxako.

La flota vasca que durante toda la primavera ha centrado su actividad en la pesca de la anchoa, ha dado por finalizada la pesquería de esta especie para dirigirse a la captura de atún blanco. Tras llenar sus viveros de anchoa joven que utilizarán como cebo para el bonito, navegan hacia el noroeste a la búsqueda de los cardúmenes que llegan desde el Atlántico con el propósito de alimentarse.

Calentamiento del mar

Este año hay un factor que preocupa sobremanera a los arrantzales: la temperatura del agua en el Golfo de Bizkaia. “El agua está más caliente que otros años en esta época y no sabemos cómo puede afectar al bonito. Es un tema que nos preocupa, la verdad” aseguran desde el puerto de Bermeo.

La cuota de atún blanco para la flota de bajura del Cantábrico asciende a unas 18.000 toneladas para 2023. Las campañas de los últimos años arrojaron resultados positivos. El año pasado, los puertos vascos registraron la entrada de 7.802 toneladas de bonito con un precio medio de 4,18 euros –un 17% más elevado que el año anterior– y un valor de 32,5 millones de euros. Las capturas realizadas por las embarcaciones de la flota vasca ascendieron a 9.935 toneladas, alrededor del 55% del total registrado en el Cantábrico. 7.565 toneladas fueron descargadas en puertos de Bizkaia y Gipuzkoa y las 2.370 restantes en otros puertos como Gijón, Avilés, Burela y Laredo. Getaria lideró el ranking de descargas de bonito en Euskadi, con casi la mitad del total de descargas, seguida de Hondarribia, con un 31%, Bermeo, Ondarroa y Pasaia.

Mientras el grueso de la flota de bajura del Cantábrico centra su actividad en la pesca de bonito, un grupo de embarcaciones cántabras y gallegas continúa pescando anchoa en aguas próximas al cabo Peñas, en Asturias. Las capturas no son importantes en cuanto a volumen pero, al tratarse de anchoa de buen tamaño, se está vendiendo en lonja a muy buen precio, llegando incluso a superar los cinco euros el kilo. Estos pesqueros seguirán faenando a la pesca de anchoa hasta agotar el cupo previsto para la flota cerquera del Cantábrico en el primer semestre del año.