Cerca del 90% de los ciudadanos del Estado viajará este verano, a pesar del aumento del coste de vida, y un 47% lo hará a destinos de playa en esta temporada estival, según un nueva edición del estudio International Vacation Confidence Index de Allianz Partners. En cuanto al presupuesto destinado a las vacaciones de verano, se observa cómo se tiende a gastar más ahora que el verano pasado. En concreto, 1.715 euros es el presupuesto promedio para gastar en estas vacaciones, suponiendo 130 euros más que en 2022.

Eso a pesar de que para los ciudadanos la preocupación más relevante es el alto coste de vida. Del 11% que indicó no tener planes de viajar, el 58% manifiesta que no puede asumir el coste de un viaje como principal factor, además de que el 44% cree que viajar se ha vuelto muy caro. Por otro lado, el estudio señala que la gran mayoría de la ciudadanía argumenta querer descansar, ir a la playa o a un sitio costero en verano como principales factores. Como tercer y cuarto punto destacable está el pasar tiempo con los seres queridos o visitar a la familia y amigos, respectivamente.

Además, el seguro ya forma parte de los planes de viajes de las personas: el 52% de los viajeros planean contratar un seguro para sus próximas vacaciones. El principal motivo sigue siendo estar protegidos ante posibles imprevistos o perturbaciones durante el viaje, seguido de recuperar el reembolso en caso de cancelación. En este sentido, actualmente y con unas elecciones generales convocadas el 23 de julio en el Estado, el seguro de viajes se vuelve más necesario para los viajeros que quieren tener más seguridad a la hora de contratar sus vacaciones.

En cuanto a sostenibilidad, el estudio apunta que hay un mayor atención al impacto medioambiental. Más de la mitad (56%) tiene previsto cambiar su forma de viajar para reducir su impacto en el medio ambiente. La mitad (53%) está dispuesta a gastar más en transporte y alojamiento para reducir su huella de carbono y, en cuanto a datos locales, el 39% de los españoles reducirían su período de vacaciones.

Previsiones del sector

En la misma línea, el sector turístico mantiene sus buenas perspectivas para el verano a pesar de una ralentización del ritmo de reservas, que ha llevado a algunas empresas, como por ejemplo RIU, a bajar su optimismo respecto a la temporada estival a “moderado” y a no poder hablar, por el momento, de un año récord.

Aunque la demanda se ha desacelerado un poco, su trayectoria muy por encima de la esperada (por ejemplo, las reservas en libros de Meliá Hotels Internacional para el verano se situaban a finales de mayo un 30% por encima del nivel de 2019) permite esperar una temporada estival mejor en facturación que la del año pasado, según el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda.

En su opinión, será un verano probablemente “récord” de ingresos, sin perjuicio de tener en cuenta que una parte es debida a la inflación de precios, pero, sin embargo, no de resultados, porque todavía los costes están subiendo mucho y, por tanto, los márgenes empresariales aún no son los de antes de la pandemia en términos generales.

A su juicio, no se llegará todavía a la rentabilidad de 2019 en promedio, ya que, en muchos de los actores del turismo, la subida de costes sigue teniendo un peso muy importante, señala. Los incrementos de facturación en el sector hotelero, además de a la inflación de precios, se deben a que el producto no es el mismo que en 2019, después de que algunas compañías realizaran inversiones muy notables en la mejora sustancial de sus instalaciones.