Donostia– “Hay ganas de feria” y las expectativas de cara a la cita de la próxima semana (martes, miércoles y jueves) en Bilbao Exhibition Centre son altas. La directora de Industria, Energía y TICs del recinto ferial repasa la actualidad del sector manufacturero vasco.

Esta edición de +Industry se celebra sin ningún tipo de restricción. ¿Se ha notado en el proceso previo a la feria?

–Se ha notado. En 2021 estábamos en esa última fase pandémica. La gente se retraía a moverse, lo que, unido a otros problemas de coyuntura económica, limitaba el certamen. Ahora hay ganas de feria. Durante la preparación del evento hemos hablado con todas las empresas y el proceso ha sido muy ilusionante por lo que han transmitido. El encuentro, el cara a cara, es muy importante en una feria industrial. En cifras estamos por encima de 2021. La actividad ferial se está levantando en todo el mundo. .

Y con expectativas de negocio.

–Sí, tenemos conferencias y espacios en los que compartir proyectos. Pero el objetivo es que las empresas hagan negocio. Y lo van a hacer. Esta es una feria que lo propicia. Tenemos muchos espacios que lo propician, por ejemplo, los encuentros b2b que organizamos con las cámaras de comercio, que es el XX Encuentro Europeo de Subcontratación Industrial, donde las pymes subcontratistas, y también las empresas de fabricación aditiva, tienen la oportunidad de entrevistarse con compradores europeos. En esta ocasión traemos 100 compradores y se celebran más de 1.000 entrevistas de negocio. Compradores de Italia, Francia, Alemania, Holanda, Finlandia, Eslovenia, Suiza, Suecia... Directivos que vienen con su portátil, con su proyecto para decir necesito esto. Además las citas están ya concertadas.

Es una feria a medida.

–Sí, la pyme sabe qué le van a pedir, y viene preparada. Son entrevistas rápidas y en el corto-medioplazo se cierra la operación. El índice de satisfacción es muy alto. Es la mayor plataforma de subcontratación del Estado. Aquí no hay grandes máquinas, no es una feria para venir a curiosear. El que viene busca algo. Todo está preparado para que el visitante vea las diferentes áreas, las diferentes ferias, y le van a promocionar lo que necesita para su empresa o para su taller.

Abarcando mucho terreno desde el punto de vista sectorial

–El recorrido es integral. En el pabellón 1 hay suministro industrial, herramienta, pequeña máquina auxiliar. Al lado están las bombas y la valvulería, que son imprescindibles prácticamente para que funcione el mundo, no solo la industria. Después mantenimiento, tecnologías avanzadas, el mundo de la transformación, la digitalización, ciberseguridad, inteligencia artificial, conectividad. Y el pabellón 3 es el de la tecnología aplicada a la industria, fabricación aditiva, software. Y después está el mundo de las pymes mecanizadoras, moldistas, transformadores de plástico, ingenierías, fabricación de piezas a medida, ensambladores... Todo un entramado de pymes sin las que no se puede fabricar nada.

¿Qué perfil tiene la empresa subcontratista?

–Es una empresa, pequeña o mediana, que no es un tier 1 de Volkswagen. Las grandes marcas vienen en busca de una pieza concreta o un tratamiento de un metal o una ingeniería que diseñe algo o un molde para una pieza. Pero ese subcontratista aporta soluciones más amplias, no solo la fabricación de un producto o el desarrollo de un proceso concretos. Y muchas grandes empresas consiguen mejorar en competitividad porque las soluciones que les ofrecen van más allá de sus expectativas. La ayuda que prestan va más allá de la pura fabricación de algo.

¿Está el foco centrado en la automoción, en el coche eléctrico?

–Hay muchos sectores en esta feria, porque los que vienen son fabricantes industriales estratégicos. Automoción es uno de ellos, aeronáutica, siderurgia, ferroviario, energético, bienes de equipo..., al final son perfiles diferentes de producción de diferentes sectores. El vehículo eléctrico destaca dentro de automoción como bloque de visitantes, es la más importante, pero no diría que los expositores estén esperando a compradores directamente vinculados a la electrificación. Se van a mover miles de proyectos.

Esas expectativas contrastan con el actual contexto económico.

–Las empresas vascas están trabajando bien. Parece que nos hemos acostumbrado a la incertidumbre. Aunque antes todo era mucho más previsible y las empresas hablaban de que tenían una cartera de pedidos para no sé cuántos años, la industria vasca se ha adaptado a la compleja situación económica y está haciendo negocio. El escenario ha cambiado, hay incertidumbre y no se sabe qué va a pasar. Sin embargo, las empresas están trabajando, tienen pedidos y están avanzando. Están teniendo la posibilidad de invertir en mejorar sus capacidades. Euskadi es una de las comunidades que más invierten en I+D y las empresas siguen haciéndolo.

Reforzando en definitiva la marca Euskadi.

–No hay duda del valor, de la importancia de la industria vasca. Euskadi es un país fabricante y exportador. En Alemania, por poner un ejemplo, las pymes vascas trabajan mucho con compradores locales porque son reconocidas como proveedor amigo, que es el que tiene una marca de confianza. Hay una consideración muy alta respecto a la industria vasca. Eso arrastra a otras empresas. Nuestras pymes sucontratistas no dan grandes titulares, pero sin ellas no estaríamos donde estamos.