La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) estima que la economía estatal crecerá un 1,5% este año, medio punto más respecto a la estimación anterior, y pronostica un crecimiento del 1,4% en 2024, cuatro décimas menos, según sus previsiones económicas.

“El comportamiento 2023 será algo mejor de lo anticipado y en 2024 será algo peor”, explicó el director general de Funcas, Carlos Ocaña, en rueda de prensa para presentar la actualización de las previsiones económicas para el Estado para el periodo 2023-2024.

Ocaña explicó que en 2023 el comportamiento de la economía estatal será “desigual”, con un primer semestre en el que se registrarán tasas de crecimiento más elevadas que en la segunda parte del año.

En concreto, Funcas anticipó un crecimiento intertrimestral del 0,4% en el primer trimestre, del 0,3% en el segundo trimestre, del 0,1% en el tercer trimestre y el año cerraría con un crecimiento nulo para después volverse a recuperar a inicios de 2024. Pese a esto, conseguirá alcanzar los niveles de actividad económica previos a la pandemia a finales de este mismo ejercicio.

Entre los factores que están jugando a favor de la economía este año destaca el mejor comportamiento de los precios energéticos, la plena normalización del turismo –que debería superar los niveles prepandemia en la próxima temporada– y el mejor ritmo de ejecución de los fondos europeos. “Todos estos factores van a impulsar la economía particularmente en la primera mitad de del año”, aseguró Ocaña.

Por el contrario, en la segunda mitad del año otros factores menos favorables van a ir ganando más peso, como el efecto contractivo de la política monetaria y las tensiones financieras. “Eso dará lugar a que el comportamiento de la economía en esos dos últimos trimestres de 2023 sea menos dinámico”, señaló Funcas. En 2024 Funcas recortó sus previsiones debido a que se anticipa una ralentización de la demanda interna por estos elementos contractivos mencionados y debido a que la política fiscal del país ya no podrá ser tan expansiva ante la reactivación de las reglas fiscales europeas y en un contexto de subida de tipos de interés.

Inflación del 4,3% este año

Según explicó el director de Coyuntura, Raymond Torres, la caída de los precios energéticos ayudará a moderar la inflación, aunque esta seguirá por encima del objetivo del BCE. El deflactor del consumo de las familias se incrementará un 4,3% este año y un 3,4% el próximo.

Por su parte, el deflactor del PIB–que mide la presión de los precios internos, es decir, descontando los costes importados– subirá con más vigor, un 4,8% en 2023 y se frenará hasta el 3,2% en 2024.

Raymond Torres explicó que la reducción de IVA a determinados alimentos básicos está teniendo “poco impacto” en la inflación de los alimentos. “Pueden más otros factores, como por ejemplo el incremento de los costes de los fertilizantes que se registró el año pasado, de los piensos o de los precios pagados por los agricultores”, señaló Torres. Estos factores han borrado el impacto que podía tener el recorte de IVA en los alimentos en general, aunque puntualmente sí que ha podido tener un efecto, según señaló Torres.

En corto

El mercado laboral se mantendrá como uno de los principales factores de resistencia de la economía. Pese a la desaceleración de la actividad, Funcas prevé la creación de cerca de 200.000 empleos netos este año (en términos equivalentes a tiempo completo) y de otros 170.000 en 2024. La tasa de paro bajará hasta el 11,9% en 2024, un nivel todavía elevado en comparación europea. El plus de ingresos provocado por la inflación y los nuevos impuestos permitirán un descenso del déficit público. Pero el recorte será leve, hasta el 4,5% del PIB.