Donostia – El lehendakari, Iñigo Urkullu, pidió ayer a las empresas “confianza en nuestras capacidades como país” y una apuesta firme por el “arraigo” en el acto de celebración del 50º aniversario de la empresa vasca Ingeteam, donde también aseguró que la CAV “debe ser capaz de incrementar la generación de energías renovables”, para lo que demandó “altura de miras, acuerdos de país y agilizar todas las infraestructuras para dotarnos de energías limpias kilómetro cero”.

El mensaje tiene como destinatarios a los partidos y colectivos sociales que en el pasado han puesto trabas a la puesta en marcha en Euskadi de parques eólicos, la vía más directa en el caso vasco para aumentar el peso de la energía verde en el mix de producción.

El reciente anuncio de la multinacional noruega Statkraft de levantar dos parques eólicos en la frontera entre Álava y Gipuzkoa ha avivado el debate. No obstante, en esta ocasión, incluso alcaldías gobernadas por la izquierda abertzale en las localizaciones de los aerogeneradores han mostrado otra disposición porque el zapato de la energía exportada aprieta y mucho.

De ahí que Urkullu aprovechara la celebración del 50º aniversario de un líder a nivel mundial de las tecnologías renovables para reclamar un pacto de país entorno a una cuestión clave de cara al futuro: reducir la dependencia energética de Euskadi.

Apuesta industrial

Un movimiento que se está produciendo en toda la Unión Europea y que además es una oportunidad de crecimiento para la industria vasca y en concreto para Ingeteam, que está en medio de plan de inversión de 210 millones de euros, de los que 140 irán destinados a I+D para continuar con su apuesta por la tecnología propia.

“En la década de los 80, Euskadi apostó por la industria como motor de su economía. Los cimientos de la cultura industrial contribuyeron a generar un ecosistema internacionalmente competitivo”, indicó Urkullu.

Añadió que esa base que han sentado algunas empresas tractoras vascas en colaboración con la administración, permitió a Euskadi “salir reforzada como país” de la “agresiva crisis financiera” de 2008 y 2009.

“Conocemos las dificultades e incertidumbres del momento, pero compartimos también la confianza en nuestras propias capacidades como país”, subrayó.

A continuación, repasó datos de crecimiento de PIB y de empleo y lanzó un mensaje a las empresas: “Son resultados de una estrategia compartida y de una apuesta decidida que debemos seguir manteniendo con un espíritu de colaboración público-privada”. l