La economía vasca se parece cada vez más a ese equipo de fútbol asediado por las lesiones, factores externos que desdibujan el juego y complican los resultados, pero que sigue sumando puntos a menor ritmo por potencial y por inercia. La vuelta de las vacaciones encendió otra vez en septiembre la llama del mercado laboral con un incremento de 6.596 afiliados a la Seguridad Social. Euskadi cuenta en estos momentos con 975.890 cotizantes. Tras el paso atrás de agosto justo después de los récords cosechados en julio y agosto, la dinámica vuelve a ser positiva y se acerca a la barrera del millón. Un objetivo que se llevó por delante la crisis financiera y que después chocó contra el muro de la pandemia.

El mes que se acaba de cerrar también fue positivo en el terreno del desempleo. Un total de 2.078 personas abandonaron las listas de Lanbide y la CAV entra en el último trimestre del año con 111.680 parados. 

La actividad de las empresas sigue generando empleo a pesar del complejo entorno. Ni la escalada del IPC -un freno para el consumo y al mismo tiempo un acelerador de los costes de las empresas- ni la subida de los tipos de interés y el consiguiente encarecimiento de los costes de financiación han hecho mella. Tampoco los efectos de la guerra de Ucrania en las cadenas de suministro o la ya enquistada escasez de chips han hecho descarrilar el tren.

Mejor que en el Estado

La comparación con los datos en el conjunto del Estado favorece en esta ocasión a Euskadi, casi siempre penalizada por su menor exposición al empleo estacional que genera el turismo. Solo siete comunidades autónomas ganaron afiliados el mes pasado. Entre ellas Madrid y Catalunya, que por su tamaño permitieron que la tendencia global fuera positiva y la Seguridad Social ganara algo más de 29.000 cotizantes. En términos porcentuales, la CAV creció un 0,68% frente al 0,15%.

Más llamativa es la evolución del desempleo. Con un repunte del paro estatal en septiembre de casi 17.700 y un descenso de más de 2.000 en el caso de Euskadi. El fin de los contratos de verano ha pasado factura a gran parte del resto de comunidades, mientras que la economía vasca ha mantenido el tipo por el inicio del curso escolar y la reapertura de las fábricas que cierran en agosto.

De hecho, Euskadi fue, acompañada de La Rioja, Canarias, Comunidad Valenciana y Madrid, una de las cinco comunidades en las que descendió el desempleo. Además el paro vasco bajó en septiembre en todos los sectores, con especial intensidad en la industria y la construcción, mientras que los servicios se mantuvieron al margen de la caída del conjunto del Estado tras la campaña turística.