El Gobierno español volverá a reunirse hoy con la CEOE y los sindicatos con el objetivo de poder aprobar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), que tendrá efectos retroactivos desde el 1 de enero, lo antes posible.

El comité ejecutivo de la CEOE rechazó ayer de forma unánime la propuesta de subida del SMI planteada por el Gobierno para elevarlo hasta 1.000 euros brutos mensuales en 2022, porque el incremento supondría "un riesgo serio para el empleo y para los trabajos no cualificados".

RECHAZO DE LA PATRONAL

"No es el momento de aplicar una nueva subida del SMI en 2022, que parece responder más a una aspiración política en el seno del Gobierno que a la lógica económica", sostienen CEOE y CEPYME.

Su negativa a apoyar esta subida supone que el incremento del SMI será de nuevo fruto de un acuerdo bipartito entre el Gobierno y los sindicatos CCOO y UGT, como ya sucedió cuando el SMI subió de 950 a 965 euros al mes el pasado mes de septiembre.

Las organizaciones empresariales fundamentan su oposición a la subida del SMI en el actual "contexto económico de incertidumbre, en el que previsiblemente no se recuperarán los niveles de negocio precrisis hasta 2023, con presiones crecientes en los costes de las empresas y una notable caída acumulada de la productividad".

Asimismo, defienden que, mientras la remuneración de los asalariados prácticamente ha recuperado los niveles previos a la crisis, el excedente bruto de explotación "todavía está muy lejos de normalizar su situación y continúa siendo un 6,6% inferior al de 2019".

LOS SINDICATOS NO ACEPTAN MENOS DE 1.000 EUROS

Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han recalcado este martes que "no hay posibilidad" de negociar con el Gobierno una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que no conlleve los 1.000 euros por paga, por lo que han instado al Ejecutivo a "redondear hacia arriba" la cantidad de 996 euros que puso inicialmente sobre la mesa.

CCOO ha calculado que elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) beneficiaría a 1,8 millones de trabajadores, la mayor parte (1,5 millones) asalariados a tiempo completo.

Según un informe elaborado por el gabinete económico del sindicato, el aumento del SMI ayudaría a cerrar la brecha salarial de género, de forma que del total de beneficiarios el 55 % son mujeres, y la incidencia de la subida entre las empleadas sería del 14,1 % y, entre los empleados, del 8,5 %.

Los más jóvenes serán los más beneficiados por la subida, de forma que casi el 31 % de las personas entre 16 y 24 años que trabajan a jornada completa se verán beneficiadas por la subida, seguidos por los de entre 25 y 34 años.

Por sectores, la subida beneficiará al 40,5 % de los trabajadores del campo, seguidos por el 11,5 % de los del sector servicios.

CCOO ha actualizado un informe elaborado en 2019 que preveía que la subida del SMI no afectara al empleo.

Así, la conclusión del análisis es que la subida del salario mínimo no había incrementado la probabilidad de perder el empleo ni disminuido la probabilidad de encontrar uno nuevo en los colectivos más afectados.

Por el contrario, la subida del SMI ha beneficiado a más de un millón de asalariados, que tienen mejores condiciones de trabajo, al tiempo que ha impulsado la cohesión social del país.

Además, los principales beneficiarios de la mejora han sido fundamentalmente los jóvenes y las mujeres, colectivo y grupo particularmente afectado por la precariedad laboral.