- El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, advirtió ayer de que los altos precios de la electricidad que se registran en los últimos meses tan solo afectan al 10% del consumo energético español y de que se trata de un problema “coyuntural” creado por el encarecimiento del gas natural. Por este motivo, criticó la presentación por parte del Gobierno español de un anteproyecto de ley que recortará beneficios de emisión de CO2 a las centrales nucleares e hidráulicas que funcionan desde antes de 2005 como medida para reducir la factura de la luz de los consumidores, al tratarse de una norma “estructural”.

Galán participó ayer de manera telemática en un encuentro empresarial organizado por la sociedad de garantía recíproca Elkargi en Donostia, durante el que recordó que el 90% del consumo energético, en el que se incluye la gran industria, las pymes y una buena parte de clientes residenciales, no se ve afectado por la tendencia alcista del precio de la electricidad, ya que suele funcionar con un precio fijado con anterioridad por un plazo determinado.

El 10% restante, según indicó, corresponde a “pequeños consumidores residenciales sujetos a tarifas reguladas por decisión del Gobierno” español a quienes, a su juicio, no se les puede someter a la “volatilidad” que implica tener en cuenta la hora del día que es para saber si les costará más o menos la electricidad.

En su opinión, existen alternativas para solucionar este problema y puso como ejemplo establecer una “cesta” en la que, al igual que sucede por ejemplo con las subastas en las que participan las empresas, se contrate por un precio fijo el suministro de electricidad durante un plazo concreto, de tal manera que no se produzcan variaciones.

En cualquier caso, lo que rechazó de pleno fue el anteproyecto de ley que ha presentado el Gobierno de España por el que se recortan un 90% los beneficios que obtienen las centrales nucleares, hidroeléctricas y eólicas que funcionan desde antes de 2005 por emisiones de CO2. Los llamados “beneficios caídos del cielo” retraídos a las eléctricas se destinarían, según propone el Ejecutivo de Pedro Sánchez, a reducir en hasta el 15% la factura de los consumidores domésticos e industriales.

Galán consideró que este anteproyecto “rompe las normas del mercado” y advirtió de que ha detectado “preocupación” entre inversores y analistas europeos, al tiempo que expresó su “convencimiento” de que finalmente esta proposición de ley se modificará. Se basó en que España debe ofrecer “seguridad jurídica y confianza” a los inversores extranjeros que estudien la posibilidad de hacer negocios en territorio estatal, y este tipo de medidas los rehuyen al ser “incoherente con la política europea”.

Por contra, defendió una reforma en la fiscalidad energética para atajar el problema del precio de la luz. El presidente de Iberdrola indicó que los precios de la electricidad en España son similares a los del resto de Europa, pero los impuestos que soporta son mucho más altos en el Estado. “El principal lastre son las cargas fiscales”, afirmó, para defender una reforma que recoja el principio de “quien más contamina, más paga”.

El evento organizado por Elkargi contó también con el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, quien tras admitir las negativas consecuencias provocadas por la pandemia de coronavirus, consideró que tras un inicio del año “decepcionante”, actualmente la economía española se adentra “en una fase de recuperación con mucho brío” que culminará, según dijo, en el cuarto trimestre de 2022 o primero de 2023, cuando calculó que se volverá a niveles previos al covid-19.

Desde esta base, Goirigolzarri subrayó que “estamos ante una oportunidad única para atacar las vulnerabilidades crónicas de nuestra economía” con la ayuda de los Fondos Next Generation EU. El presidente de CaixaBank consideró que el Estado se encuentra en un “momento crucial” para emplear los recursos disponibles en salir de la crisis a través de una transformación del modelo productivo que le aporte competitividad.

Una de las vulnerabilidades que destacó fue la baja productividad de la economía española y propuso como medida para incrementar este índice “reformas de calado”, entre las que citó la laboral, la de pensiones y la que impulse la creación de nuevas empresas. “No es sencillo y requiere apoyo político, sé que es complicado pero nos hemos comprometido con Europa”, admitió.

También incidió de manera especial en la educación de la población española, tanto de los estudiantes como de quienes se encuentran en la actualidad trabajando y apostó por la Formación Profesional Dual, sistema que, por cierto, reconoció que funciona muy bien en Euskadi. Respecto a los Fondos Next Generation EU, abogó por que lleguen a las pymes y reclamó transparencia tanto en su implantación como en los resultados que se obtengan, con el objetivo de “corregir los errores que seguramente se cometerán”.

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno español y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, tuvo una intervención por videoconferencia en la que enfatizó que todas las comunidades autonomías deben “remar en la misma dirección y no ir cada una por su lado” como método para obtener el máximo rendimiento posible de esta financiación.

“No se trata de que cada comunidad vaya por su lado, sino de remar en la misma dirección”

Vicepresidenta primera

“La formación es el reto más ilusionante que tenemos por ser un proyecto inclusivo”

Presidente de Bankia

“Si no se respetan las reglas de mercado europeo se quiebra la confianza de los inversores”

Presidente de Iberdrola