El CRL pide usar el ERTE para flexibilizar en el futuro el empleo

- El Consejo vasco de Relaciones Laborales (CRL) considera que el recurso de los expedientes de regulación temporal de empleo ERTE aplicados durante la pandemia del covid-19, “deberían consolidarse como herramienta de flexibilidad” para mantener el empleo.

Según el informe sociolaboral correspondiente a 2020 que difundió ayer, el 30,3% de los asalariados vascos (208.706 personas), estuvo afectado por un ERTE el pasado año. El 90% de los ERTE fue de suspensión temporal y el resto de reducción de jornada y únicamente 1.313 trabajadores estuvieron afectados por expedientes de extinción de su relación laboral.

En su análisis, el CRL considera que la aplicación de los ERTE durante la pandemia “sugiere cambios relevantes y estrictamente necesarios en el modelo de flexibilidad”.

En su opinión, “ha quedado demostrado que el recurso a la flexibilidad interna, como conjunto de herramientas pactadas que permiten a las empresas adaptarse a los ciclos cambiantes de la economía, evitando o minimizando las pérdidas de empleo, debería consolidarse como una práctica más justa y eficiente en términos de preservación del capital humano”.

A su juicio, una mayor flexibilidad interna pactada puede ayudar “a superar un sistema que propicia unas tasas de temporalidad anormalmente altas porque se basa en gran parte en la utilización de las extinciones contractuales como herramienta preferente de ajuste”.

El informe del CRL también refleja una consolidación de la recuperación de los ámbitos propios de negociación colectiva en el País Vasco ya que al finalizar el año el 69,7% del conjunto de trabajadores estaba amparado por un convenio negociado en Euskadi, dos puntos más que el año anterior.

Al finalizar 2020, el 55,4% de la población trabajadora tenía sus convenios actualizados y el 34,8% se encontraba con sus acuerdos en situación de prórroga.