- La gastronomía se ha convertido en una poderosa carta de presentación de Euskadi en el extranjero, pero el Gobierno Vasco quiere llegar más allá y crear en el territorio un ecosistema innovador y emprendedor que, en torno a la alimentación, sea capaz de posicionarlo como enclave de estratégico de toda aquella iniciativa que apueste por la modernización de toda la cadena de valor agroalimentaria.

Arantxa Tapia presentó ayer en Donostia este Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) que, bajo el nombre The Food Global Ecosystem, prevé invertir 500 millones de euros en los próximos seis años con la colaboración inicial de 60 empresas, a las que podrán unirse otras más adelante.

La iniciativa, que fue considerada por la consejera vasca de Desarrollo Económico como "una potente candidatura empresarial", formará parte de los planteamientos presentados para su financiación por los fondos europeos Next Generation. Su objetivo, según definió Tapia, persigue "fortalecer y cohesionar el ecosistema agroalimentario para impulsar el crecimiento sostenible, la generación de actividad económica del sector, la atracción del talento y la creación de empleo de calidad", de tal modo que la gastronomía se constituya en sector estratégico para el desarrollo de Euskadi.

El ambicioso plan cuenta con el respaldo de las principales empresas del sector de la CAV que pertenecen a todos los agentes implicados en la cadena de valor, desde quienes suministran los productos lácteos, pesqueros, cárnicos o vegetales hasta firmas que fabrican los bienes de equipo que consume el sector agroalimentario.

Ser "referente mundial" en este ámbito exige trabajar la innovación y, a este respecto, destaca la colaboración de los principales centros tecnológicos con sede en la CAV que desarrollan su actividad investigadora en este ámbito como son Neiker, Azti y el Basque Culinary Center. El ecosistema, además, contará con el respaldo de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Investigación de Euskadi.

La idea es que los avances que se produzcan en este ámbito sitúen a la CAV en una situación aventajada a nivel mundial, con el objetivo de atraer talento que a su vez refuerce esta posición y que aborde asuntos que priorice la Unión Europea, como el cambio climático y demográfico, la digitalización de esta industria y la transformación ambiental. Otra pretensión es impulsar el Smart Food Company 4.0 que conectará al consumidor con la producción, transformación, distribución y comercialización de los productos.

Las 60 empresas que, de momento, forman parte de este proyecto facturan en conjunto 12.000 millones de euros y emplean a más de 41.000 personas. Entre ellas se encuentran reconocidas firmas como Eroski, Ausolan, Ulma Packaging, Plastigaur, Angulas Aguinaga o Calidad Pascual.