El Gobierno vasco ha presentado al Ejecutivo central una revisión "propositiva" de su Programa de Recuperación y Resiliencia que, al albur de los criterios establecidos en febrero por la Unión Europea para acceder a los fondos europeos, establece 9 planes estratégicos que, según señalan en el Departamento de Hacienda, han sido "seriamente escuchados". Estos planes contemplan, en 63 proyectos, una inversión de 6.400 millones de euros.

Estos PERTE (Proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica) de carácter regional pretenden ser "un traje a medida" para evitar en la medida de lo posible trocear actuaciones estratégicas en diferentes convocatorias de ayudas. En todo caso, sobre todo buscan incidir en la transformación a largo plazo, mediante la especialización inteligente, de la economía vasca, y por extensión de la española, por encima de la mera recuperación de la crisis derivada de la pandemia.

La iniciativa de redactar este nuevo documento, reformulación del diseñado en diciembre, llegó tras constatar el Gobierno vasco que desde La Moncloa no se atendía a la petición de la UE de consultar con las regiones la elaboración y diseño de los planes de recuperación y no relegarlas a meros ejecutores de las inversiones.

Transformación frente a recuperación Así, el Gobierno de Pedro Sánchez pretende ejecutar para finales de 2023 los 70.000 millones que llegarán a España, tratando de primar de esta manera la recuperación sobre la transformación de la economía y pese a que el margen que da Europa va hasta el verano de 2026. En Lakua consideran excesivo el "estrés" al que se verían sometidas las administraciones con tan estrecho margen temporal para ejecutar las inversiones, y por ello han propuesto a Sánchez este plan, más a largo plazo, y materializable mediante créditos de compromiso. De esta forma se pretende evitar "incurrir en un desaprovechamiento" de esa transformación pendiente.

29 proyectos

El departamento de Hacienda y Economía que dirige Pedro Azpiazu se ha fijado en los 6 PERTE estatales aprobados en abril y ha incluido proyectos que pueden encajar en los mismos. Son un total de 29 proyectos por valor de 5.085 millones. Así, por ejemplo, ahora se presentan proyectos del ámbito aeroespacial que en diciembre no tenían cabida, basados más en potenciar las fortalezas de la economía vasca que en reforzar sus debilidades, un criterio este último, de cohesión, que es el que parece primar en La Moncloa.

Euskadi, por contra, plantea impulsar el desarrollo tecnológico de aquellos aspectos en los que destaca, como son la ciencia, la Formación Profesional y universitaria o las inversiones industriales.

Para aquellos aspectos no contemplados en los PERTE estatales, el Gobierno Vasco ha elaborado los 9 PERTE regionales, por ejemplo relacionados con la energía renovable marina o las redes de distribución. Aquellos proyectos que no quepan en los PERTE podrán optar a los fondos mediante concurrencia competitiva, pugnando en las ventanillas de las diferentes administraciones con otros proyectos y otras comunidades autónomas. Además, se pretende combinar este acceso a los fondos del MMR (Mecanismo de Recuperación y Resiliencia) con otros fondos europeos ya consolidados.

Con todos estos parámetros se ha elaborado esta nueva versión del Programa Vasco de Recuperación y Resiliencia, que eleva la previsión de fondos disponibles de los 13.130 millones de euros de diciembre a 18.300 millones. Se han estimado estas cantidades de forma global, sin asignarlas a MMR, como se hizo en diciembre, porque aún no se sabe con qué intensidad llegarán las ayudas en función de si los proyectos son privados o público-privados.

Educación y sanidad

Sí que se va conociendo, en todo caso, la intención del Gobierno central de primar la inversión en Educación y Sanidad, y por ello en la revisión del plan vasco se han reforzado estas áreas, lo que se ha traducido en un menor reparto territorializado.

Frente al 52% que iba a parar en diciembre al conjunto de Euskadi, ahora se pasa al 59%. Álava pasa de un 13% a un 11%, Bizkaia de un 22% a un 18% y Gipuzkoa de un 13% a un 12%, si bien en cantidades absolutas los tres territorios optarían a más fondos al haberse elevado la previsión de 13.000 a 18.000 millones. Estos criterios de La Moncloa van a hacer, también, que la inversión privada movilice menos recursos de los que se estimaba en diciembre.

Por otro lado, no desaparecen proyectos contemplados entonces, sí se reestructuran para conformar los 9 PERTE, y en todo caso los proyectos que opten a los fondos MMR deberán estar muy bien armados para ganar en los procesos de concurrencia competitiva, ya que en materia de cohesión Euskadi recibirá los fondos en función de su peso poblacional.

En definitiva, la revisión del plan y la inclusión de los 9 PERTE busca "facilitar la absorción de la ejecución", y por tanto la transformación de la economía vasca a escasas semanas de que se decida el destino de los fondos europeos.