- La reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera está llegando a todos los sectores de transporte, incluido el ferrocarril. Y los trenes propulsados por locomotoras con motores de tecnología diésel que se utilizan en las vías no electrificadas empezarán a ser el pasado en cuanto lleguen los de hidrógeno. Los trenes de hidrógeno son el futuro por el que pugna el constructor vasco CAF, con Alstom, que ya tiene un primer modelo circulando en pruebas avanzadas, y Talgo.
El mes pasado el operador ferroviario español Renfe dio el pistoletazo de salida al tren de hidrógeno en el Estado español al anunciar que volverá a sacar a licitación un pedido para comprar 72 trenes de Media Distancia y Cercanías pendientes de adjudicación. Estas licitaciones, que suponen un importe total superior a los 1.300 millones de euros, serán sustituidas por nuevas licitaciones en los próximos meses para la adquisición de trenes con tecnologías limpias como el hidrógeno para circular por vías no electrificadas.
Como se recordará, del plan inicial de renovación de la flota, cuyas licitaciones comenzaron en 2019, Renfe ha comprado ya en el último año 248 trenes por un importe aproximado de 3.000 millones de euros, un 78% del programa.
Los trenes de hidrógeno ofrecen una solución limpia para reemplazar a los modelos de diésel sin necesidad de realizar ningún cableado eléctrico, una operación muy costosa y que requiere un mantenimiento importante, y que es poco rentable en lugares con escasa población. En el caso del Estado español, esto resulta de gran interés, pues hasta un 35% de la red de ferrocarriles no está electrificada.
Tras conocerse la decisión de Renfe, compañías como CAF, Alstom y Talgo han acelerado toda su maquinaria de innovación, así como comercial, para contar con una oferta de trenes de hidrógeno en su catálogo de productos.
La francesa Alstom, con importantes intereses en Euskadi tras la compra de Bombardier y su planta vasca de Trapagaran, se ha encargado esta semana, en una reunión con la prensa, de recordar que salen con ventaja porque ya tiene un tren de hidrógeno experimental circulando, sobre todo en Alemania, y que entrará en servicio comercial en 2022.
Talgo, con motivo de una visita del lehendakari a su planta vasca de Rivabellosa días pasados, confirmó el calendario de fabricación y puesta en marcha de su futuro tren de hidrógeno, que prevé una primera fase de pruebas que se llevará a cabo durante este mismo año y la posterior instalación de esta tecnología en los nuevos trenes entre 2022 y 2023.
Por su parte, fuentes de CAF señalan que llevan tiempo trabajando en el desarrollo de un proyecto denominado FCH2RAIL, con subvenciones de la Unión Europea, en un consorcio con, entre otros, Toyota y Renfe, para el diseño y la fabricación de un prototipo tomando como base una unidad de cercanías de tres coches de Renfe existente, en concreto la serie Civia. En la unidad se instalará un nuevo sistema de generación eléctrica a partir de la hibridación de la energía proveniente de pilas de hidrógeno y baterías LTO, integrándose a su vez con el sistema de tracción ya existente en el tren, y constituyendo así uno de los primeros demostradores ferroviarios de vehículo bimodo con pila de hidrógeno. La ventaja competitiva de este modelo de CAF es que podrá circular en modo eléctrico en infraestructura electrificada, reservando el modo híbrido para la circulación en tramos sin catenaria.
En CAF señalan que gracias a su filial Solaris, que tiene autobuses de hidrógeno circulando por media Europa, tiene un know-how operacional importante de esta tecnología.
Los fabricantes de material ferroviario reiteran que la principal ventaja del tren de hidrógeno frente a los trenes propulsados por combustibles fósiles es la nula emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Y, en comparación con los ferrocarriles eléctricos, los trenes de hidrógeno aportan una diferencia competitiva notable de ahorro de costes porque la inversión en infraestructura es mucho menor, ya que solo es necesario cambiar la locomotora.
Y esto en una Unión Europea donde la mitad de las líneas ferroviarias no están electrificadas ofrece unas perspectivas de negocio importantes a medio plazo.
La apuesta por el hidrógeno es, además, clave en Euskadi durante esta década. Más allá de los importantes planes inversores ligados al futuro hidrógeno verde que tienen compañías vascas como Petronor-Sener e Iberdrola-Ingeteam; el Ente Vasco de la Energía (EVE) se plantea que este elemento suponga el 5% del consumo energético total del sector industrial en 2030, año para el cual se prevé que Euskadi cuente, entre otros, con casi 500 vehículos de transporte que utilicen el hidrógeno como combustible.