ace un año por estas fechas, los concesionarios de coches de Euskadi volvieron a abrir sus puertas después de casi dos meses con las persianas bajadas como consecuencia del confinamiento que vivimos a causa del covid-19 y con una caída de las ventas en Gipuzkoa del 98,69%, el peor registro de los últimos 20 años y el mayor desplome conocido hasta el momento.

Doce meses después, la situación del sector ha mejorado significativamente respecto al nefasto 2020, aunque todavía no ha cogido la velocidad de crucero del año 2019, que es el que hay que tomar como referencia al tratarse de un ejercicio "normal". Y en este sentido, los datos ofrecen un panorama negativo, ya que los concesionarios guipuzcoanos registran todavía una importante caída de sus ventas de un 40% si se compara el primer cuatrimestre de este año con el mismo período de 2019. Y ello, a pesar de que el crecimiento acumulado en los primeros cuatro meses del presente ejercicio se ha situado en un 17% con respecto al mismo período del año anterior. En el conjunto de la CAV, las ventas de vehículos registraron un aumento del 18,2% con referencia al año 2020 pero, si se compara con el año 2019, el resultado es muy negativo, con una caída acumulada del 44%.

En este contexto de parón de las ventas de vehículos como consecuencia de la pandemia y las restricciones de la movilidad que ha originado, a la que hay que sumar el descenso de un 35% en la actividad de los talleres de reparación de automóviles, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, ha anunciado esta semana la puesta en marcha de un nuevo Plan Renove para dinamizar el mercado del automóvil e impulsar la renovación del parque automovilístico, que se encuentra envejecido con una media de edad de 11,6 años, por otros vehículos menos contaminantes, con lo que se contribuye a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. En principio, la noticia parece muy positiva, si tenemos en cuenta la buena acogida que han tenido los dos Planes Renove anteriores que ha puesto en marcha el Gobierno Vasco hasta la fecha.

Lo que no se entiende es que un anuncio de tal calado no hubiera sido más concreto y preciso a la hora de fijar la fecha de su inicio, la dotación económica, las condiciones que los futuros beneficiarios deben cumplir para acogerse a las ayudas, cuáles son las subvenciones para los coches de combustión fósil y para los híbridos o eléctricos, así como los tipos de vehículos que entran en el programa, etc.

"La reflexión está hecha y la decisión adoptada", subrayó la consejera de Desarrollo Económico para justificar el anuncio de la tercera edición del Plan Renove en Euskadi, añadiendo que su puesta en marcha será cuanto antes y que sus características serán similares a las que se aplicaron el año pasado.

La primera consecuencia de este anuncio ha sido un cierto parón de las ventas que se ha registrado hasta que no se conozca el contenido del programa, ya que aquellos clientes que tenían en este momento la intención de adquirir un coche, han decidido aplazar la decisión de compra hasta no conocer las ventajas que puede contener el nuevo Plan Renove. Por eso, los concesionarios insisten que, como medida paliativa, se anuncie el carácter retroactivo del plan desde una fecha determinada, con el fin de no paralizar las ventas hasta que se aprueben las ayudas.

La decisión del Departamento de Desarrollo Económico ha causado cierto malestar entre los concesionarios vascos, al menos entre los que se encuentran agrupados en las asociaciones empresariales y patronales más representativas de Euskadi, porque se han enterado por la prensa de la iniciativa, sin que previamente se hubiera consultado con el sector, como ha ocurrido en anteriores ocasiones.

No tiene ningún sentido replicar el Plan Renove del año pasado sin hacer previamente un análisis de la situación, haber trabajado con el conjunto de los concesionarios y haber logrado alcanzar un consenso con este sector que tiene un conocimiento amplio de la realidad del mercado y de los cambios que se van a producir en el futuro. El covid-19 está siendo un factor que está distorsionando de manera determinante la realidad conocida hasta ahora.

En los concesionarios no se entiende que se haya lanzado de manera pública una iniciativa de este tipo, que ya venía siendo solicitada desde hace varios meses, desde la indefinición y la inconcreción, cuando la situación económica es preocupante por la caída de la demanda que no logra repuntar.

La puesta en marcha de un nuevo Plan Renove no solo afecta favorablemente a los concesionarios que forman parte del último eslabón de la cadena del sector del automóvil, sino que también favorece al sector de los componentes de automoción, que es la primera industria de Euskadi y una de las principales fuentes de generación de riqueza del país.

Tal es la importancia que tiene este sector en Euskadi, que aquí se concentra el 47% del total de la actividad del Estado.

Al igual que desde las instituciones públicas se están implementando una serie de ayudas a la industria para combatir de la mejor manera posible la crisis económica originada por el covid -19, también el segmento de ventas en el sector de la automoción, como son los concesionarios, deben contar con incentivos públicos para reactivar una demanda que está lejos de recuperar sus parámetros de normalidad.

Estas ayudas no solo favorecen a la industria del automóvil, sino también tienen su retorno fiscal en favor de las arcas públicas, a través del IVA y del Impuesto de Matriculación, que este año ha registrado una subida importante con el fin de penalizar la emisión de CO2 en la compra de coches nuevos.

El éxito del Plan Renove del año pasado, que agotó en septiembre los 10 millones de euros de los que estaba dotado, supuso la retirada de las carreteras vascas de un total de 5.000 vehículos de más de diez años de antigüedad, con lo que la iniciativa no solo contribuyó a la reactivación económica e impulso del sector de los concesionarios en Euskadi, sino que' fue una contribución eficiente en favor de la transición ecológica.

Si en algún momento las políticas keynesianas tienen sentido, es ahora donde confirman su virtualidad, cuando nos encontramos con una crisis económica que todavía sigue coleando en algunos sectores.