- El sector de la máquina herramienta, fiel exponente de la actividad industrial al ser su principal proveedor y que además tiene un claro carácter exportador, acusó en 2020 el fuerte impacto que supuso la expansión del coronavirus y las consiguientes medidas restrictivas para intentar frenarla. En un "durísimo año" como lo calificó AFM, sufrió una caída de la facturación del 21,4% y de las exportaciones de un 22,4%.

La Asociación de Fabricantes de Máquina Herramienta ofreció ayer un primer balance del pasado ejercicio a nivel estatal, aunque la mayor incidencia se registra en la CAV, y sobre todo en Gipuzkoa, donde se concentra la mayor parte de esta actividad. Su presidente, César Garbalena, admitió que el pasado 2020 fue el año "más complicado que se recuerda" aunque en el último trimestre se observó cierta recuperación que permite mirar al futuro con mejores expectativas.

La base de la que partirá es complicada, a juzgar por los datos que arroja el pasado ejercicio. Las restricciones para viajar a los países principales clientes de la máquina herramienta con el objetivo de alcanzar nuevas ventas, montar instalaciones o desarrollar labores de mantenimiento perjudicaron una actividad que también se ha visto azotada por el clima de incertidumbre que planea sobre la economía mundial.

Como consecuencia de todo ello, según señala AFM, todos los conceptos relacionados con la actividad de este sector bajaron alrededor de 20 puntos porcentuales. A las caídas del 21,4% de la facturación y del 22,4% de las exportaciones se les une un mercado interno que ha contratado un 18,3% menos y, un dato preocupante, la captación de nuevos pedidos también ha retrocedido un 23,5%.

El análisis que realiza la Asociación de Fabricantes de Máquina Herramienta considera que la pandemia de coronavirus ha afectado por desigual a los diferentes sectores económicos con los que trabaja. El transporte aéreo ha sido uno de los más damnificados y su relación comercial con la máquina herramienta se ha visto muy deteriorada, tal y como se refleja en el balance ofrecido ayer.

La automoción, en cambio, consiguió a medida que transcurría el año retomar sus niveles de actividad prepandémicos, lo que en un principio beneficiaría al sector de máquina herramienta. Sin embargo, AFM ha constatado que esta actividad económica ha reducido sus inversiones con el objetivo de recuperarse de las pérdidas iniciales, lo que perjudicó a los pedidos de nuevas máquinas, sobre todo a la demanda de grandes prensas.

Los sectores energéticos y de las TIC, junto con la industria agroalimentaria, permitieron a la máquina herramienta frenar la brusca caída que había iniciado al mostrar "comportamientos más robustos" y, por lo tanto, mantener sus necesidades de provisión.

Con todo, los resultados no han sido buenos y se detectan peores registros en las máquinas de deformación, que además ya arrastraban dos ejercicios anteriores comportamientos a la baja y son, tal y como indicó AFM, "las que más esperan el inicio de la recuperación". En el caso del arranque, se cumple una tendencia observada en los últimos años hacia una mejor evolución, "sobre todo en fresado, componentes y herramientas".

Uno de los puntales de la evolución de la máquina herramienta son sus exportaciones, puesto que se trata de una actividad muy internacionalizada y, en este sentido, la expansión del coronavirus ha dañado de manera directa la captación de pedidos.

AFM aclara que los encargos se realizan con muchos meses de antelación, por lo que las operaciones en mercados exteriores han descendido en menor medida, sobre todo afectadas por las restricciones a la movilidad. Sin embargo, los nuevos pedidos internacionales "han sufrido un vuelco en 2020" al descender casi un 25%.

La evolución económica que se desarrolle durante el presente ejercicio a nivel mundial determinará si las exportaciones pueden contribuir a una sensible mejora del sector. Por el momento, China es el origen de la recuperación de pedidos en el sector de la máquina herramienta estatal porque "ha relanzado su actividad industrial antes y con más fuerza". Le siguen Alemania y España como dio a conocer AFM.

El presidente César Garbalena consideró que la evolución de la pandemia será crítica para el futuro de la máquina herramienta, dado que una relajación de las medidas restrictivas beneficiará su actividad. "Para un sector netamente exportador como el nuestro, en este momento resulta vital recuperar la normalidad en los mercados y en los desplazamientos profesionales, para la venta, instalación y mantenimiento de los equipos productivos", señaló.

César Garbalena reiteró una de las demandas tradicionales del sector como es la instauración de ayudas públicas para que la industria pueda incorporar equipos de última generación. El presidente de AFM aplaudió el reciente anuncio del Ejecutivo de Pedro Sánchez de impulsar un Plan Renove, "el primero en la historia de España", dotado con 50 millones de euros.

"Solicitamos también a las administraciones autonómicas, en especial a la vasca, que complemente esos fondos de manera decidida y contundente en un año tan crítico como 2021", concluyó César Garbalena.

Respecto a esta petición, el Gobierno Vasco expresó su "extrañeza" puesto que, según dijo, se trata de la "única administración de todo el Estado" que todos los años ha lanzado un Plan Renove de maquinaria "en exclusiva y en solitario, sin complementos de ningún tipo por parte de instituciones" para un sector que considera "primordial" para la economía vasca. Por este motivo, consideró "inadmisible" que AFM se pronuncie en estos términos.

"En este momento resulta vital recuperar la normalidad de los mercados exteriores"

"Aplaudimos el compromiso institucional que ha apostado por implantar un Plan Renove"

Presidente de AFM