- Incertidumbre es la palabra unánime para describir la economía vasca de 2021, un año en el que se hablará mucho de ERTE, fondos europeos o nueva economía, pero sobre todo, de vacunas.

Mal. Los cálculos son que el PIB vasco habrá caído un 10% este año y se habrán perdido unos 30.000 empleos por el coronavirus.

El factor clave para saber cuándo volverá la ansiada normalidad. El lehendakari calculó que para el verano estará vacunada el 40% de la población, y el resto, para otoño, lo que se traduce en que por lo menos hasta mediados de año, como ha dicho el Banco de España, no habrá una mejoría económica apreciable.

Terminan el 31 de enero, aunque de ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones Escrivá ya ha avanzado que se prorrogarán hasta junio. Gracias a ellos se ha evitado que se dispare el paro, con muchos empleos “hibernados”. La incógnita es si cuando acaben los ERTE habrá una avalancha de despidos.

Con la incertidumbre, lo lógico es que consumo e inversión sigan tristes, como hasta ahora. La confianza de los consumidores está en el nivel más bajo de los últimos seis años, mientras que un 70 % de las empresas, según las Cámaras de Comercio, van a invertir o nada o lo mínimo imprescindible.

Subir, para aguantar la economía y compensar el poco gasto privado. Los presupuestos del Gobierno Vasco crecerán 688 millones, un 5,7 % más, aunque 542 millones son gastos para hacer frente a la pandemia.

Eso parece, por suerte para los países, empresas y familias endeudadas. El Gobierno Vasco tiene margen para emitir deuda y así lo va a hacer, con lo que el peso de la deuda subirá al 16,9% del PIB el año que viene, el más bajo de las autonomías. Más preocupante es la deuda de muchas empresas, porque con los escasos beneficios que esperan hay un riesgo de bancarrota al no poder devolver los créditos. Para intentar evitar quiebras, Elkargi va a prorrogar el plazo para devolver los préstamos que ha concedido.

Habrá discusión sobre ellos hasta abril, cuando hay plazo para presentar los proyectos que podrían recibir subvenciones. Pero hasta otoño no se espera que empiecen a llegar, de manera que tendrán poco impacto en 2021. Serán más decisivos en años posteriores. El Gobierno Vasco anunció que este martes presentará la lista de los proyectos que aspiran a beneficiarse de las ayudas Next Generation. Los planes que se queden fuera de la lista no decaerán, ya que es intención de Lakua que se desarrollen con fondos propios.

Hay unanimidad en que debe ser un año para modernizar, pero apuestas como el hidrógeno, el uso del 5G o la fabricación de baterías tardarán en llegar, de manera que tocará basarse en los sectores tradicionales, como la máquina herramienta o la automoción. De momento, dos de las empresas más relevantes, Mercedes y Petronor, empiezan el año con recortes de plantilla una y de producción la otra.

No en 2021, aunque habrá que “empezar a darle una vuelta” como ha dicho el consejero Azpiazu. En un año 2021 todavía al tran-tran, las instituciones no quieren apretar con la fiscalidad y dejarán la subida, que necesitan para cuadrar las cuentas, para 2022.

Las previsiones de subida del PIB vasco en 2021 van del 6% de subida que ha pronosticado Funcas pasando por el 7 de Laboral Kutxa hasta el optimista 8,9 del Gobierno Vasco, pero todas las previsiones están a expensas del coronavirus y de la vacuna. La recuperación plena no llegará hasta 2022.