- La empresa madrileña Lantania ha firmado un acuerdo con la donostiarra Graphenea para estudiar el uso del grafeno en hormigones en un proceso que concluirá con la aplicación en una obra real de aditivos basados en óxido de grafeno, material cuyas características “pueden permitir una reducción de la huella de carbono”.

El objetivo de estas pruebas es que se puedan incorporar al mercado aditivos para hormigón “que ofrezcan mejoras significativas en rendimiento”, informaron ambas empresas ayer. Para ello, contarán con el apoyo de la Fundación Agustín de Betancourt de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos (Etsiccp) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

El proyecto tiene una duración de un año prorrogable y se llevará a cabo en tres fases. En la primera se realizarán los ensayos de aditivos de óxido de grafeno en pastas, en la segunda se desarrollarán pruebas de laboratorio con hormigones, y en la tercera se aplicará en una obra real.

“El empleo de aditivos de grafeno puede permitir una reducción de la huella de carbono con respecto a los empleos tradicionales”, afirmaron.