- La pandemia de coronavirus está afectando sobremanera a la movilidad y al transporte. Y en el caso aeronáutico, sin vuelos no se necesitan aviones, y sin pedidos de aviones las empresas vascas del sector como los fabricantes de estructuras, Aernnova, y de motores, ITP Aero, se han visto abocados a presentar sendos Expedientes de Regulación de Empleo para reducir sus plantillas. Ayer, la alavesa Aernnova anunció un ERE en la planta alavesa de Berantevilla que afectará a 101 trabajadores, el 22% del total.

Y los números no engañan, entre enero y octubre, los dos grandes fabricantes de aviones del mundo, -la estadounidense Boeing y la europea Airbus-, han visto reducidas dramáticamente sus entregas de aeronaves. Boeing sumaba 111 aviones, casi dos tercios menos que los 321 de hace un año, en tanto que las del consorcio aeronáutico europeo Airbus alcanzaban la cifra de 413, muy lejos del objetivo de 880 aeronaves previsto para 2020 antes de que estallara la crisis del coronavirus.

En este contexto, y cuando todos las previsiones avisan de que la crisis en el sector se va a extender al menos cuatro o cinco años, en el mejor de los casos, se comprende que las empresas adopten medidas como la de Aernnova.

La compañía anunció que presentará un ERE que afectará al 22% de la plantilla del principal centro de trabajo que tiene la aeronáutica en Araba. En concreto se prevé el despido de 101 trabajadores de los cerca de 450 de la factoría. Los despidos se harán efectivos el 1 de febrero de 2021.

La decisión es muy dolorosa porque supone la pérdida de puestos de trabajo y porque además se trata de trabajadores muy cualificados.

Aunque en el comité de empresa los sindicatos se empeñan en señalar que “la crisis es coyuntural”, la realidad es que, según la empresa, con al menos cuatro años adversos por delante no se puede considerar la situación coyuntural sino estructural, sobre todo si la compañía, caso de Aernnova, se encuentra ya con unas pérdidas de 42 millones este año y con una caída de la carga de trabajo del 40%.

Los peores presagios del comité de empresa se han cumplido y la reducción de la actividad en la planta alavesa de un 37% ha llevado a la dirección de la compañía vasca, una sociedad multinacional, -proveedor Tier1 en el diseño y producción de aeroestructuras para los grandes fabricantes de aviones-, a llevar adelante el ajuste laboral hecho público en julio y que implica un recorte del 20% de la plantilla a nivel mundial, con la salida de unos 950 trabajadores, 650 de ellos en las plantas de Aernnova en el Estado.

Como se recordará, Aernnova tiene varias plantas en tierras alavesa, ocho en concreto, la mayoría en el Parque Tecnológico de Alava, en Miñano, pero también en Legutiano y Portal de Gamarra, siendo la más importante la citada de Berantevilla. Además de los 101 trabajadores de Berantevilla que irán al ERE, otros 68 empleados entrarán en ERTE durante todo 2021. La corporación vasca también reducirá plantilla en sus filiales en México y Reino Unido, con recortes de personal del 44% y del 20%, respectivamente.

“Somos conscientes del impacto que se produce en las personas afectadas”, señaló Ricardo Chocarro, consejero delegado de Aernnova, pero apostilló que la empresa se juega “su supervivencia”.

El comité de Aernnova rechaza los despidos y anuncia movilizaciones porque, en su opinión, «siempre hay alternativas a los despidos» como prolongar el ERTE y reclaman la implicación del Gobierno vasco que «en su momento relanzó el sector aeronáutico con dinero público pero ahora lo está dejando morir porque las plantas se están desmantelando”.

“Somos conscientes del impacto en las personas pero la empresa se juega su supervivencia”

Consejero Delegado de Aernnova