Quedan cinco meses para que finalice el plazo estipulado para canjear las pesetas por euros. El próximo 31 de diciembre ya no se podrá hacer el canje, por lo que los 1.604 millones de euros (que suponen la nada desdeñable cifra de 266.883 millones de pesetas) de la antigua moneda que actualmente están en los bolsillos de los ciudadanos, pasarán a ser inservibles.

Ya han transcurrido más de 18 años desde que empezó a circular la moneda común. Durante todo este tiempo se han podido cambiar las pesetas por euros. Sin embargo, parece que muchos se resisten a desprenderse de ellas. A cierre de junio permanecían en paradero desconocido 135.438 millones de pesetas en billetes (814 millones de euros) y 131.445 millones de pesetas en monedas (790 millones de euros), según las cifras del Banco de España.

En el último año, desde junio de 2019, se han canjeado unos 1.397 millones de pesetas en billetes (8,4 millones de euros) y 366 millones de pesetas en monedas (2,2 millones de euros).

¿Dónde está todo este dinero?

Pese a que se trata de cantidades astronómicas, los cálculos de la entidad monetaria apuntan a que el 45% de las monedas en pesetas que estaban en circulación antes de la entrada del euro nunca será entregado para su cambio por euros. ¿Y dónde está todo este dinero? Pues muchas piezas permanecen guardadas por mero coleccionismo, o bien se han deteriorado, se han perdido o simplemente se han ido en los bolsillos de los turistas.

El Gobierno español fijó en tres meses el periodo de convivencia para ambas monedas, desde el 1 de enero de 2002, cuando comenzó a circular el euro, hasta el 31 de marzo del mismo año, y, desde entonces y hasta el siguiente 30 de junio, estableció un periodo de canje de las monedas y de los billetes en pesetas en las oficinas bancarias.

Desde el 1 de julio de 2002, hay que acudir al Banco de España o a cualquiera de sus sucursales si aún conservan la antigua divisa y quieren cambiarla por euros, sin límite cuantitativo.

Todos los billetes de peseta posteriores a 1939 son canjeables, los emitidos entre 1936 y 1939 deberán ser analizados por expertos y las monedas solo serán admitidas si estaban en circulación el 1 de enero de 2002, ya que las anteriores fueron sustituibles hasta 1997.