donostia - “En una época tan convulsa, podemos lanzar el mensaje de que el paro ha vuelto a bajar”, dijo ayer el director de Lanbide, Borja Belandia, en la comparecencia para valorar los datos de empleo de febrero. El responsable del Gobierno Vasco indicó que el descenso del número de personas inscritas en los servicios de empleo “no es para tirar cohetes”, con una cierta “ralentización” en el ritmo de descenso del paro a nivel interanual. Esto no deja de confirmar esa sensación de doble velocidad que arrastran los dos grandes indicadores del mercado laboral en Euskadi: el rápido crecimiento del número de trabajadores tiene como contrapeso un descenso del paro mucho más lento.

No obstante, empresarios e instituciones vascas dan por buena la acumulación de números positivos en un contexto plagado de dificultades. Al escenario de desaceleración económica hay que sumar otros condicionantes negativos, el más reciente la expansión del coronavirus. Según resaltó el director de Lanbide, el mes pasado, a pesar de que es una bajada más bien corta y menos de la mitad que en 2019, ha sido el cuarto mejor febrero para el desempleo de los últimos 15 años.

sindicatos La lectura no es la misma en el caso de los sindicatos, que ponen el foco en la temporalidad y esa elevada rotación laboral a causa de la brevedad de muchos contratos. Ayer hubo un mensaje común en el frente sindical vasco instando al Gobierno de Pedro Sánchez a derogar la reforma laboral, “hecha a medida de los empresarios” y que según las centrales es una de las causas del aumento de la precariedad.

ELA advirtió de que la tasa de desempleo en Euskadi se incrementó entre los colectivos de mujeres y personas jóvenes y aportó datos al respecto como que el 57% del paro es femenino y que en el caso de los parados de menos edad el índice se ha incrementado un 2,7%.

LAB, por su parte, además de apuntar la situación de mujeres y jóvenes, recordó que nueve de cada diez contratos firmados en la CAV y Navarra son temporales y que su tasa de paro, del 11,3%, solo es superada por dos estados miembros de la Unión Europea, España y Grecia.

UGT Euskadi advirtió de que “se firman miles de contratos pero no se crea empleo” y, como ejemplo, recordó que en Euskadi “para que bajara el paro en 410 personas se han realizado más de 72.704 contratos”. El sindicato abogó por “una política económica expansiva que favorezca el crecimiento”.