Donostia - Arrecia la tormenta en el exterior, pero el motor exportador vasco sigue rugiendo. En 2019 lo ha hecho con algo menos de potencia que en los dos años anteriores, que fueron de récord, pero hay consenso en que, tal y como está la situación internacional, bajar un poco el pistón entra dentro de lo normal. Entre enero y octubre las empresas vascas exportaron productos por un valor de algo más de 21.200 millones de euros, un 2% menos que en 2018. La caída se debe sobre todo al descenso en Estados Unidos por la nueva política de Donald Trump, mientras los principales socios europeos siguen comprando a Euskadi al mismo ritmo pese al frenazo de la industria alemana y la incertidumbre del brexit.

Esta última cuestión sigue sin aclararse y es probable que tenga efectos adversos sobre la economía vasca a medio plazo -la salida oficial de Reino Unido de la Unión Europea está programada para este 31 de enero, aunque habrá que esperar para conocer cómo queda el escenario comercial-. Curiosamente, el brexit ha acelerado el ritmo exportador a Gran Bretaña en 2019, siendo este el destino europeo que más crece hasta octubre. La explicación más lógica es que muchas operaciones comerciales se hayan adelantado en el tiempo para evitar los riesgos de un escenario desconocido.

El avance de Reino Unido propicia el sorpaso a Estados Unidos como tercer socio comercial de Euskadi, más allá del Estado español -los dos primeros son Alemania y Francia-. Hasta octubre se han vendido a empresas británicas productos por valor de casi 2.000 millones de euros, 500 millones más que a las estadounidenses, que bajan con fuerza. Los aranceles de Trump al acero pasan factura a pesar de que este no es el mercado principal de la siderurgia vasca, propiciando un descenso de las exportaciones a EEUU del 17%.

Por ahí llega una de las principales fugas que explican el descenso de ventas en 2019, sumada a los pinchazos de socios europeos tradicionales como Italia, Portugal o Países Bajos. Por encima de ellos se encuentran Alemania y Francia, los dos grandes destinos de las ventas de empresas vascas al extranjero, que mantienen el nivel de 2018.

Y eso que ni la economía germana ni la gala viven su mejor momento. La primera salvó la recesión en el tercer trimestre al avanzar una décima después de caer en el segundo. Las tensiones comerciales entre EEUU y China pesan en la capacidad exportadora de la automoción alemana, atenazada también por la reconversión que vive el sector. En cuanto a Francia, su PIB crece con unas décimas de holgura y algunos analistas apuntan a que la economía gala está llamada a convertirse a corto plazo en la verdadera locomotora europea por delante de Alemania.

En ambos destinos las ventas vascas mantienen el listón de los 3.300 millones hasta octubre, con un ajuste testimonial en el caso alemán. Sumando los cuatro grandes focos de exportación -Francia, Alemania, Reino Unido y EEUU- se rebasan los 10.000 millones hasta octubre, casi la mitad del total de ventas. Entre el quinto y el octavo puesto se sitúan, en una franja similar de entre 900 y 800 millones, Italia, Bélgica, Portugal y Países Bajos. Los dos siguientes destinos de peso fuera de Europa son México y China, con 400 millones hasta octubre -China es el tercer país que más importa hacia Euskadi tras Alemania y Francia-.

En definitiva, el techo histórico de exportaciones de 25.500 millones al cierre de 2018 no parece alcanzable en 2019, pero no se terminará lejos. Será en todo caso la segunda cifra de ventas más alta de siempre tras la progresión mantenida a partir de la crisis. Si vamos diez años atrás, a 2009, la CAV tenía poco más de la mitad de músculo exportador.

Francia. Igualado con Alemania, concentra compras a Euskadi hasta octubre por valor de 3.320 millones, igual que en 2018.

Alemania. Absorbió productos por valor de 3.310 millones, con una caída testimonial de 20 millones pese al parón industrial.

Reino Unido. Suben las ventas antes del brexit rozando los 2.000 millones hasta octubre.

-308

EEUU. Las ventas bajan en 308 millones hasta 1.482 millones.