BILBAO. En una entrevista a la Cadena SER, Urkullu se ha referido a la decisión de La Naval de solicitar la declaración de concurso de acreedores para el astillero ante la ausencia de inversores que suscribieran la ampliación de capital para garantizar su viabilidad.

Según el lehendakari, el Gobierno "desde hace 10 años" está "permanentemente intentando" que La Naval sea un astillero "competitivo y gestionado de una manera eficiente", al igual que hace con "otras empresas en situación de dificultad o crisis".

Urkullu cree que este pasado miércoles, tras la Junta de Accionistas, se conoció "la opción no deseada" para el astillero de someterse a un proceso concursal, y ha esperado que desde la empresa "se proceda de la manera más ordenada posible". "Que se pongan en orden y se pongan las mejores condiciones para abordar el proceso concursal", ha añadido.

El Gabinete Urkullu intentará, según ha apuntado, "intentar acompañar en la búsqueda de alternativas" para la continuidad del astillero, "cuestión" en la que ha dicho creer "firmemente". Además, ha lamentado que la situación afecte "a muchas familias, muchos trabajadores" no solo de La Naval, sino "también de empresas auxiliares".

Ha recordado que el preconcurso de acreedores vence el 7 de octubre, por lo que considera que "está abierto el plazo para la ampliación de capital", a la que los accionistas "no han procedido".

"Esperemos todavía hasta el 7 de octubre, pero (La Naval) contará con el acompañamiento permanente (del Gobierno) ya sea en relación con los empresarios, con los accionistas o con el comité de empresa, como lo estamos haciendo con empresas en situación de dificultad", ha apuntado.

El lehendakari ha afirmado que, si bien él no se ha reunido con los responsables de La Naval, ha añadido que el Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras mantiene "un contacto constante" con el astillero. Estos se suman, ha añadido, a los que también mantuvo durante la legislatura anterior "con todo el sector marítimo", para atender a "cada una de las situaciones" de cada astillero.

"Desde el Departamento hay una comunicación y una interlocución permanente y, en este sentido, habrá una relación con los accionistas y los posibles inversores interesados en dar continuidad a la actividad de La Naval", ha indicado.

Urkullu ha recordado que, aunque el inversor asturiano afincado en Miami, Manuel del Dago, que se comprometió a adquirir el 80% del accionariado del astillero, no acudió ayer a la Junta de la Naval, sí lo hizo su representación.

"Confío en que, incluso desde la representación de Del Dago, en este tiempo que resta hasta el 7 de octubre y a partir de esa fecha, haya también iniciativas a presentar", ha dicho.

Pese a ofrecer la ayuda del Gobierno vasco, ha recordado que el proyecto de La Naval es "una iniciativa privada", con 140 millones de deuda, por lo que "hablar de inyectar dinero público, no es propio".

Ha aludido, sin embargo, a "la responsabilidad" de "diseñar una política industrial" con líneas de ayuda para todo tipo de empresas e iniciativa empresarial. También ha recordado que en Euskadi hay 58.000 empresas a las que el Gobierno ofrece líneas de ayuda a la inversión, internacionalización o innovación, que se suman a los créditos participativos.

Sin embargo, ha recordado que al Gobierno no le corresponde la responsabilidad de gestionar una iniciativa privada, "aún cuando en este caso estemos hablando de un buque insignia".

En ese sentido, el Plan de Industrialización aprobado en junio por el Gobierno "puede ayudar" también a La Naval, según Urkullu, "en lo que es ayuda a la tecnologización, internacionalización o en el acompañamiento para la búsqueda de inversores". "Yo creo que el proyecto de La Naval puede ser competitivo si es gestionado de manera eficiente", haconsiderado.

EMPRESA EN CRISIS

El lehendakari ha admitido que la existencia de un determinado número de empresas en crisis, "tiene mucho eco" pero a las que el Ejecutivo autónomo "no hace oídos sordos".

Ha reiterado que el Ejecutivo atiende la situación de 36 empresas en esta coyuntura, con 6.000 trabajadores afectados, y ha llamado la atención sobre la positiva evolución de la afiliación a la Seguridad Social, además de la creación de 6.400 puestos de trabajo en empleo industrial en un año.

"Hablamos de una situación que afecta a determinadas empresas pero que no empaña la política industrial y, mucho menos, la evolución económica positiva y la de la propia industria, con crecimiento en exportaciones o cartera de pedidos", ha concluido.