Iruñea - La dirección de TRW confirmó ayer los peores pronósticos. Quiere despedir con cierta urgencia al 40% de la plantilla de Landaben (250 empleos) y no es capaz de garantizar la actividad de la factoría, que cumple precisamente en 2016 medio siglo de actividad en el polígono de Landaben, más allá de 2018. La plantilla recibió ayer la noticia y ha respondido con 48 horas de huelga, si bien para mañana está previsto un nuevo encuentro entre el comité, dispuesto a negociar una rebaja de las condiciones laborales pero no los despidos y la dirección.
El expediente de regulación de empleo afecta a 137 empleos de mano de obra directa y 113, de indirecta, entre los que se cuenta todo el personal de almacén y 30 empleados de oficinas. Ellos, junto a 36 personas de la cadena, serían los primeros en abandonar la empresa, una vez que concluya el periodo de negociación de ERE, unos 30 días. Otras 36 personas de la cadena saldrían en el segundo y tercer trimestre del año y los 65 restantes, a lo largo del año 2017.
La pérdida de la fabricación de las direcciones del nuevo Polo ha supuesto un golpe muy duro para TRW en Landaben, una factoría que, según su dirección, acumula unas pérdidas de 45 millones de euros en los últimos años (7,7 millones hasta septiembre de 2015). De ellos, apenas 1,3 se corresponderían con la fabricación y el resto tendrían que ver con tasas de gestión cobradas por la multinacional, royalties de la marca y recargos de ingeniería, principalmente. Unos datos, por otra parte, imposibles de contrastar en el registro mercantil de Pamplona, que recoge el balance y la cuenta de resultados de TRW Automotive España, que aglutina la actividad de otras plantas y que acumula un beneficio superior a los 101 millones de euros desde 2011.
Esta es la cifra que defiende el comité de empresa, que critica asimismo la falta de inversiones en los últimos años en Landaben. La planta navarra se dedica fundamentalmente a la tecnología de direcciones hidráulicas, y el mercado demanda sin embargo y cada vez en mayor medida direcciones con tecnología eléctrica. Un posicionamiento que amenaza la viabilidad de la planta. - J. A. Monreal