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“La digitalización de la industria es imparable”

El experto alemán Wolfgang Dorst coincide con Arantxa Tapia en que el futuro pasa por la industria 4.0

“La digitalización de la industria es imparable”

donostia - “El objetivo de la industria 4.0 es crear productos personalizados, no se trata solo de ser más productivos, ni de ahorrar costes, ni de reemplazar trabajadores por máquinas, el objetivo fundamental es hacer productos adaptados a las necesidades de los clientes”. Así de rotundo se mostró el experto alemán Wolfgang Dorst durante su presencia en Euskadi con motivo de la celebración de la segunda edición del congreso Basque Industry 4.0, organizado por la SPRI, sociedad del Gobierno Vasco.

Dorst señaló que la industria avanzada “está en el trampolín de salida pues ya hay empresas que han adaptado el modelo en pequeños nichos de mercado, pero en 10 o 15 años se va a implantar en todos los sectores”. En opinión del director del área de Industria 4.0 de la asociación digital Bitkom e.V, -la patronal alemana del sector tecnológico-, se está produciendo una convergencia entre las TIC y las industrias, y el reto para las empresas pasa por “añadir servicios complementarios al producto mecánico para conseguir ingresos”.

Esta convergencia de las tecnologías de la información y la comunicación, según Wolfgang Dorst “convierte cualquier elemento en algo inteligente y se aplica a la industria pero también a la construcción, la logística, la energía, la movilidad, la salud y cualquier aspecto de nuestra vida”.

Dorst considera que la aplicación masiva del software e internet a los productos tradicionales cambiará la industria en una década, hasta suponer el punto de partida de la cuarta revolución industrial. Esta, según el profesor alemán, es la “era de la automatización pero tiene más que ver con los elementos citados, el software e internet, que con los robots”. Ante el temor de un futuro de fábricas sin trabajadores, Dorst señaló que esa era una idea de los años ochenta del siglo pasado porque “hoy en día el trabajador está en el centro” aunque, reconoció, “en un menor número”.

Para Dorst el proceso de digitalización es “imparable” y se trata de conseguir “fábricas inteligentes” al introducir las nuevas tecnologías en los procesos de producción, como la fabricación con sistemas 3D, la visión artificial, el big data (la toma masiva de datos con sensores en las diferentes fases de los procesos) pero sobre todo, de introducir la inteligencia en los productos. “El reto es tomar un producto mecánico y unirlo al software”. Y en este sentido se refirió a la industria del automóvil como la más avanzada aunque los más de un millar de asistentes, -la mayoría representantes de industrias vascas, que ratificaron el éxito del congreso-, no escucharon una palabra sobre el uso del software en los motores diésel de VW.

Arantxa Tapia La consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, una firme defensora de la industria avanzada y de recorrer el proceso de la industria 4.0, “señaló que esta es ya una realidad en Euskadi pues es un camino que ya estamos haciendo”. El reto, según Tapia, es aprovechar estas tecnologías para “aportar nuevas soluciones y generar nuevos tipos de negocio” que permitan a la industria vasca no solo mantener su aportación al PIB, sino seguir produciendo en Euskadi con más valor añadido y generar empleo y riqueza porque “si no, con los países de bajos costes no podremos competir porque vamos a perder”.

La consejera resaltó que la industria vasca tiene sus principales fortalezas “en la fase de producción, mientras que hay margen de mejora en las de pre-producción, como el diseño y post-producción, como nuevos servicios y soluciones finales”. Para Tapia, el camino de mejora de la industria vasca pasa “por maestrizar los nuevos materiales, diseñar productos propios, incorporar servicios de alto valor añadido, incorporar TIC e integrar cadenas de valor”.

Entre las intervenciones destacaron varios casos de empresas vascas que ya utilizan las nuevas tecnologías digitales, la robótica, el big data, la visión artificial, o la fabricación aditiva, elementos claves de la industria 4.0 hoy, para competir en el mundo.