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¿El crecimiento de la economía se refleja en la generación de empleo?

Expertos creen que en Euskadi el despegue del mercado laboral tiene recorrido y apuntan a la deuda privada y al menor peso del turismo como causas del retraso

¿El crecimiento de la economía se refleja en la generación de empleo?

donostia - La economía en España y en la CAV está creciendo a tasas cercanas al 3% y, aunque el empleo también se incrementa, no lo hace, sobre todo en el sector industrial, en similar magnitud, denuncian los sindicatos. Profesores universitarios y representantes empresariales comparten en general que la ocupación está creciendo en Euskadi a un ritmo más lento de lo que podría por diversas causas, como el abultado endeudamiento de las empresas o el mayor peso de la industria en comparación con el resto del Estado, aunque difieren sobre cuál será la evolución inmediata del mercado de trabajo.

La lentitud en la recuperación del empleo, al que mes a mes hacen referencia los sindicatos, pone sobre la mesa la validez de la denominada ley de Okun, un estudio que muestra la correlación existente entre los cambios en las tasas de paro y el crecimiento de la economía. Este profesor norteamericano señaló que para conseguir bajar el desempleo en un punto, el PIB tiene que crecer dos. Pues bien, esta tesis no es compartida por economistas como el profesor del prestigioso IESE de la Universidad de Navarra, Eduardo Martínez Abascal.

“No coincido con la apreciación sindical ni con la ley de Okun pues el crecimiento del empleo no es claramente inferior. Expresado en tasa anual, en España el número de afiliados a la Seguridad Social ha crecido ligerísimamente más que el PIB, unas décimas por encima del 3%, con la excepción de agosto”. Es por ello que el profesor Martínez, consejero del fabricante de máquina herramienta Correa-Anayak, cree que, en esta fase, “es posible generar crecimientos de empleo similares a los del PIB aunque claro, esto tiene un límite porque lo normal es que el empleo crezca menos que la economía”.

Para el profesor del IESE, “en los últimos meses el empleo ha crecido mucho porque como consecuencia de la crisis las empresas habían reducido tanto la plantilla de empleados que si la economía crecía había que contratar para atender la demanda”. “En el sector servicios, en la hostelería, por ejemplo, es obvio. Además, creo que de media en los últimos 25 años el empleo en España ha crecido en línea con el PIB. Hoy en día no creo que el PIB deba crecer al 3% para poder generar empleo”.

En relación a la evolución del empleo en Euskadi, un territorio con un peso del sector industrial diez puntos por encima de la media española, Martínez señala que “la realidad es que en el País Vasco el empleo ha sido mucho más estable durante la crisis que en el resto de España”.

Una preocupación es que las nuevas inversiones en maquinaria, con más automatización de los procesos, puedan desembocar en una menor necesidad de empleo en la industria. Para Eduardo Martínez, “en general nuevas inversiones en plantas, máquinas, etc. conllevan más mano de obra a medio plazo porque se supone que ayudan a mejorar la competitividad de la empresa. En el caso del sector servicios, por ejemplo, si tengo un restaurante e invierto para ampliarlo, normalmente necesito más trabajadores. Aunque hay que matizar un tema que en el sector industrial es clave, y es que las mejoras tecnológicas y de proceso (la eficiencia) tienden a disminuir mano de obra aunque ahora se necesite personal más y mejor formado para manejar las máquinas”.

Las organizaciones empresariales señalan que la reforma laboral con la introducción de unas necesarias dosis de flexibilidad y la creciente terciarización de la economía española, con mayor peso del sector servicios, hace posible que se pueda crear empleo ya desde que la economía evolucione a tasas de 1% en el PIB. “Intuyo que sí. Los servicios (un bar, restaurante, comercio, etc.) requieren mucho personal. Para vender más necesitas más gente. Claro que esos servicios son frecuentemente de poco valor añadido y por tanto los empleados no tienen altas retribuciones. Cuanta más formación tiene, más valor añadido puede crear, y a mayor precio se venderán los productos”.

Interrogado sobre a cómo ve la posibilidad de generar más empleo, el profesor Martínez Abascal es tajante al señalar que “es preciso que existan más empresas por lo que es necesario facilitar la creación de nuevas compañías y que las de fuera se instalen aquí”. Por otra parte, si las empresas vendiesen más, precisarían más personal pero, recuerda el profesor del IESE, “para vender más, necesitan tener buen producto y a buen precio”. “Mi experiencia, con datos, es que si quieres crear mucho empleo y rápido, lo que tienes que hacer es atraer a multinacionales importantes, que contratan mucho y, de paso, pagan mucho mejor que las pymes, además de formar mejor. Ya sé que esto que digo es políticamente incorrecto, pero es la realidad que ve todo el mundo”, concluye Martínez.

el lastre de la deuda En el ámbito universitario hay otras voces que consideran que el empleo aún no ha iniciado el despegue en Euskadi y que además mantienen dudas sobre si ese despertar definitivo se producirá a corto plazo. Es el caso de Joaquín Arriola, profesor de Economía en la UPV-EHU, quien ve en el enorme endeudamiento privado el principal lastre a la hora de transformar el crecimiento económico en nuevos puestos de trabajo.

Las empresas, explica Arriola, están tan endeudadas que ese aumento de los ingresos, auspiciado por la rebaja de costes laborales, lo tienen que destinar a pagar intereses. “Estamos ante un crecimiento tecnológico que llega por un uso más intensivo del empleo y no por un aumento real del número de trabajadores”, explica. “Si no se resuelve el problema de la deuda privada, que solo puede llegar con una quita, podemos asistir a un periodo de estancamiento del empleo de entre cinco y diez años”.

Aun así, la cifra total de trabajadores está creciendo en la CAV, incluso en el caso de la afiliación a la Seguridad Social lo ha hecho a un ritmo del 2% en el último año. Pero esa cifra, indica Arriola, está inflada por el elevado número de empleos a jornada parcial. “Las empresas están disfrazando las dificultades para contratar con precariedad. El número total de horas de trabajo no está aumentando”, apunta.

Tampoco el contexto internacional, con los países emergentes en clara ralentización económica, ayudan a la industria vasca, el sector que a corto plazo puede mejorar el perfil de las nuevas contrataciones. En cuanto al consumo interno, pese a haber anotado algunas subidas, está muy condicionado por “los salarios de supervivencia” que impone la precariedad. “No sé si tanto como en Japón, pero sí creo que vamos a asistir a un periodo largo de estancamiento”, augura Arriola.

Sara de la Rica, por su parte, coincide con Eduardo Martínez Abascal en considerar que en el Estado español sí se está produciendo una “respuesta intensa” del empleo ante la salida de la crisis “mediante la contratación de mucho trabajo temporal”. “Esta respuesta intensa viene también favorecida porque el crecimiento proviene sobre todo de sectores muy intensivos en trabajo, como es el sector del turismo”, recuerda la catedrática de la UPV-EHU.

En el caso de Euskadi, además de tener el turismo un peso relativamente más bajo, el ritmo de crecimiento económico del 3% ha llegado más tarde que en el resto del Estado y “por ahora, los empresarios no han convertido este crecimiento en nuevos empleos”. “Es posible que en parte todavía exista incertidumbre sobre la solidez de la recuperación en sectores como la industria o la construcción, y esto está retrasando la creación de empleo”, afirma De la Rica, que sitúa la economía vasca todavía un paso por detrás de la española. “La percepción de recuperación en el País Vasco no es tan clara por el lado empresarial como en otras regiones, y posiblemente esto genera una enorme incertidumbre y en consecuencia una reticencia a la contratación”.

La catedrática de la UPV-EHU no confía tampoco en que la acumulación de tasas positivas de PIB vaya a reducir la elevada temporalidad de los nuevos empleos. “Ojalá fuera así, pero hasta ahora no hay ninguna evidencia en ese aspecto. Mientras los empresarios sigan teniendo la posibilidad de contratar temporalmente con las mismas condiciones de despido que hasta ahora, lo seguirán haciendo. Hay una enorme resistencia a la contratación indefinida”, dice De la Rica, que cree que “se seguirá usando mucho la contratación temporal”.