donostia - Una única gran incertidumbre, China, y varios datos que llevan a una certeza: se deja atrás la crisis y las empresas juegan con cartas nuevas. Para Laboral Kutxa, una de las principales bazas en la partida es la mejora de la financiación, el oxígeno llega por fin a la actividad productiva y además lo hace a tipos de interés asequibles gracias a la guerra de precios entre entidades. La banca intenta sacar rendimiento al excedente de liquidez y las grandes beneficiadas del crédito barato están siendo las pymes, que son las que hasta ahora han tenido más dificultades de acceso a la financiación. Como consecuencia se está reduciendo la “brecha de financiación” entre las pymes vascas y las europeas, lo que contribuye a mejorar la competitividad de las empresas vascas respecto a sus principales rivales en los mercados exteriores.

Los máximos responsables del Área de Empresas de Laboral Kutxa, su director, Josu Arraiza, y su director de Desarrollo de Negocio, Óscar Muguerza, ofrecieron ayer una visión optimista de la economía apoyándose en sus datos de financiación y su cercanía con las empresas.

Las empresas vascas están logrando cada vez mejores condiciones de financiación y la dinámica “se prolongará los próximos años”, debido, por un lado, a que los tipos de interés continuarán en zona fría y, por otro, a que el PIB de la CAV y de Navarra sigan creciendo a ritmos cercanos al 3%.

financiación de inversiones Arraiza aseguró que las “expectativas son positivas”, pese a las dudas que despierta China. A falta de “concretar el impacto” que pueda tener el problema chino, no se prevén en principio distorsiones de calado y las empresas están tomando decisiones en función de un horizonte de crecimiento.

La prueba más tangible es el avance que se está registrando en los créditos solicitados para financiar inversiones, para comprar maquinaria, abrir nuevas líneas de negocios, lanzarse a nuevos mercados o implantarse en otros países. Por primera vez en seis años, los préstamos para inversiones superan en 2015 la financiación destinada a ganar liquidez. Lo que implica que las empresas en líneas generales han dejado atrás la fase de supervivencia, de refinanciar deudas o buscar recursos para acometer gastos corrientes, y pisan ya un suelo en el que la prioridad es reforzarse de cara a la batalla con sus competidores.

La evolución del principal programa de financiación empresarial de Laboral Kutxa da prueba de ello. La línea de crédito Orain ha inyectado en la economía 1.410 millones entre agosto de 2014 y julio de este año. De ellos, 655 millones, cerca del 47%, se dedicaron a inversiones y el resto a liquidez. Según Muguerza, si se analizan los datos a partir de enero la inversión supera ya la búsqueda de efectivo. En los peores momentos de la crisis la balanza estaba del todo inclinada hacia la liquidez con un peso del 90%.

Esa evolución es fruto de la reactivación de la economía, que permite a las compañías vascas “rozar” un 80% de su capacidad de producción. Y se traduce en el calentamiento del Índice de Confianza Empresarial de Laboral Kutxa. El 35% de los empresarios prevé aumentar su facturación los próximos tres meses, un 52% confía en mantener las ventas y sólo un 13% espera una menor actividad.

Los tipos de interés. Pese a la mejoría, las empresas de menor tamaño siguen teniendo los tipos más altos entre un 4% y un 5% en el caso de los autónomos.

1.410

millones de euros ha destinado Laboral Kutxa ha financiación empresarial entre agosto de 2014 y julio de este año. El presupuesto inicial se desbordó en 410 millones y los préstamos crecieron un 52% respecto al programa anterior. La nueva edición de la línea Plan Orain tendrá una dotación de 2.000 millones, que aumentará si es necesario.

Por territorios millones

Bizkaia 650

Gipuzkoa500

Álava300

Navarra300

Resto250