madrid - La situación de Rodrigo Rato se parece cada día más a la de un delincuente común. El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato quedó ayer en libertad tras declarar ante el juez que investiga presuntas irregularidades relacionadas con su fortuna, aunque no podrá viajar fuera de la Unión Europea, pues se le ha retirado el pasaporte, y deberá comparecer mensualmente.

En declaraciones a Efe, Rato insistió en que es la persona “más interesada” en que se esclarezcan los hechos que investiga la Justicia, a la que muestra su “absoluta colaboración” con la esperanza de que se demuestre su inocencia.

Con este objetivo anunció que remitirá al juez de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, informes periciales que constaten “de manera fehaciente” que todos los bienes que ha tenido en el extranjero “tienen origen familiar” y han sido declarados “voluntariamente” a la Hacienda pública española.

Además, aseguró que no dispone de otros bienes fuera de España sin declarar y espera que las pruebas que aporte al juez dejen claro también que “todas las transacciones de divisas que haya podido realizar eran legales” y constan para la Agencia Tributaria.

No obstante, la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) dice que ignora la procedencia de 6,5 millones de euros, según la documentación que obra en poder del magistrado, cuyas preguntas fueron respondidas por Rato, al igual que las de la fiscal Anticorrupción, que pidió las medidas cautelares finalmente impuestas.

Buena parte del interrogatorio estuvo centrado en la contratación por parte de Bankia, en la época de Rato, de las compañías Publicis y Zenith Media para dar a conocer la imagen del nuevo banco y su debut bursátil mediante un concurso competitivo.

Rato aclaró que no participó ni influyó “de ninguna manera” en la concesión de estas campañas de publicidad y se mostró convencido de la “rectitud” de su actuación, puesto que todos los contratos fueron estudiados y adjudicados por comités profesionales de los que no formaba parte.

El impacto mediático de la imputación de Rato ha entrado en campaña y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reconoció ayer que el caso puede afectar al PP en la próxima campaña electoral. - Efe