El peso de la deuda lastra a Eroski, que pide una nueva refinanciación bancaria
el grupo ha pedido a 22 bancos nuevos plazos de pago Con un pasivo de 2.600 millones de euros, está dispuesto a desinvertir en el sur del Estado
dOnostia. El grupo vasco de distribución comercial Eroski, que arrastra una deuda de más de 2.600 millones de euros al cierre del primer semestre de este año, ha iniciado una nueva renegociación del crédito, -hace menos de un año cerró ya otro acuerdo de renegociación hasta 2017-, con las entidades financieras prestamistas con el fin de poder liberar fondos para invertir en su nueva estrategia comercial que pasa por centrarse en el norte de la península ibérica y en el formato de supermercados.
Ante la inminencia de nuevos compromisos de pago en enero de 2014, -el grupo de Elorrio tiene que abonar a los bancos 37 millones de euros del plazo comprometido por el préstamo bancario y los 20,8 millones de euros de los intereses a los poseedores de las Aportaciones Subordinadas (AFS) Eroski a afrontar el 31 de enero-, y en previsión de las tensiones que pueden generar dichos desembolsos en las cuentas de una empresa que obtuvo sus últimos beneficios en 2007, los dirigentes de Eroski han solicitado al pool de 22 entidades financieras un nuevo acuerdo a largo plazo para hacer frente a la deuda bancaria de más de 2.500 millones de euros que arrastra.
Como se recordará, el grupo Eroski alcanzó, asesorado por Goldman Sachs, un acuerdo el 21 de diciembre de 2009 para reestructurar su deuda financiera que la agrupó en un único crédito, entonces, de 1.705 millones de euros con vencimiento el 17 de enero de 2014. Ante la negativa evolución del mercado en el Estado español, -en el primer semestre de este año las ventas del Grupo Eroski habían caído un 7%-, el pasado 14 de enero, con el asesoramiento de Houlikan Lokey, volvió a alcanzar un acuerdo con la banca para refinanciar con un nuevo calendario de amortización y vencimiento final que llega a enero de 2017.
Dado que Eroski no consigue diluir el peso de la deuda, -derivada en buena parte del proceso de expansión con la apertura de centros comerciales en media España más el coste de la adquisición de la cadena catalana Caprabo-, al no poder realizar las desinversiones previstas por la atonía de los mercados y la caída del valor de los activos inmobiliarios se plantea ahora una nueva solución. Esta pasaría por aparcar el ladrillo con sus pasivos correspondientes en una nueva sociedad.
Adicionalmente, el Grupo Eroski se enfrenta a otro problema añadido derivado del hecho de que Cesce, una de las mayores aseguradoras de crédito de España, ha decidido, según El Economista, reducir la cobertura que ofrece a Eroski ante el riesgo de posibles impagos. Ello ha elevado el temor de los proveedores de Eroski a servir a la compañía pese a que a día de hoy están cobrando en tiempo y forma.
Nueva estrategia comercial El intento de renegociar la deuda con la banca va acompañado de la formulación de una nueva estrategia comercial de Eroski. La sociedad cooperativa ha decidido centrarse en los mercados en los que es más fuerte y cuenta con una mayor reputación como son los de Euskadi y su hinterland, así como los de todo el norte del Estado español. Al mismo tiempo quiere potenciar su red de supermercados mediante la fórmula de la franquicia.
La compañía deja abierta la posibilidad de desinvertir en el resto del Estado donde Eroski tiene que hacer frente no solo a los efectos de la crisis, son zonas, salvo excepciones, con mayores niveles de desempleo, y donde los ataques a la empresa por sus orígenes vascos no han caído en saco roto.
El Grupo Eroski está dispuesto también a desinvertir en los negocios no estratégicos. No contemplan, según la cooperativa, poner en venta Caprabo pues la cadena catalana tiene su mayor presencia en Catalunya y Nafarroa, dos territorios que sí se consideran estratégicos.
Por otra parte, Eroski tiene pendiente, junto a las entidades financieras, el dar una salida a los titulares de las aportaciones subordinadas perpetuas que han visto como su valor se ha hundido en el mercado de renta fija tras la crisis de Fagor.
Más en Economía
-
Qué gasta más energía: ¿un aire acondicionado o un ventilador?
-
Kutxabank se mantiene como el banco más solvente del sistema financiero español
-
Talgo confía en su recuperación con la entrada de Sidenor y la SEPI
-
El TJUE multa al Estado con 6,8 millones euros por incumplir la legislación europea sobre conciliación