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Las capturas de bonito crecen un 66% pero el fin de la costera podría anticiparse

Los arrantzales temen que la especie abandone la zona prematuramenteEl precio medio en las ventas en lonja ha bajado un 15%, hasta los 3,70 euros

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Donostia. Los barcos guipuzcoanos han aumentado un 66% las capturas de bonito en la presente campaña en comparación con el año pasado a estas alturas de la costera, aunque los arrantzales temen que la especie abandone el caladero cantábrico y tengan que finalizar la principal pesca de la temporada antes de octubre, límite temporal habitual.

Desde que a comienzos de julio se abrió la costera, las 38 embarcaciones guipuzcoanas que utilizan cebo vivo y las doce que emplean el arte de cacea han descargado 2.500 toneladas de bonito, 1.000 toneladas más que en 2011 en estas fechas. Las capturas se han vendido hasta el momento en lonja a un precio medio de 3,70 euros, un 15% inferior a los 4,38 euros que se marcaban hace un año. Según informó ayer a este periódico el secretario de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Leandro Azkue, la mayor parte de las descargas están siendo adquiridas por las pescaderías y una cantidad "más baja de lo que desearíamos", las grandes superficies. Un porcentaje reducido está siendo comprado por conserveras artesanas vascas (las grandes conserveras se surten de bonito de otras aguas, tanto del Atlántico norte como sur e incluso del Pacífico).

Azkue valoró que las capturas de este año están siendo mejores que en el ejercicio anterior y que los barcos no han tenido que desplazarse tanto como entonces, lo que ha propiciado un importante ahorro de coste de gasóleo. Sin embargo, advirtió de que el bonito pequeño ya ha hecho aparición en los caladeros del Cantábrico, antes de lo acostumbrado, y podría abandonar prematuramente la zona hacia otras aguas, lo que haría que la campaña se acortara y la flota guipuzcoana se vería obligada a dar por terminada prácticamente la temporada.

"Espada de Damocles" Pese a un comienzo realmente incierto, el año pasado los barcos guipuzcoanos lograron cerrar la campaña del bonito -que supone el 60% del total de capturas anuales- con 3.500 toneladas, igual que en 2010, de manera que a la flota le quedarían otras mil para alcanzar en el presente ejercicio las cifras de los años precedentes.

Azkue señaló que todavía es prematuro analizar las capturas de la flota del territorio a lo largo de 2012 y se limitó a recordar que en la campaña de la anchoa se pescó más cantidad que en 2011 pero el precio medio fue inferior, mientras que con el verdel se repitieron las cantidades del año anterior, después de registrarse la campaña más corta de la historia -nueve días tan solo- a causa de la sanción impuesta por Bruselas a España, que limita las capturas de esta especie.

Así pues, será el bonito el que marque si el ejercicio ha sido bueno para los arrantzales guipuzcoanos que, como lamentaba Azkue, siempre se encuentran "con la espada de Damocles" en lo que se refiere a la incertidumbre en el comportamiento de las especies. La cuota de txitxarro ya está agotada y, si falla el bonito, únicamente les quedará a los barcos del territorio "sardina y poco más", indicó Azkue.