"Repetir las capturas de 2009 haría peligrar a algunas empresas"
La flota vasca inicia la campaña del bonito y espera superar los 4,4 millones de kilosEl Gobierno Vasco y las cofradías apuestan por la garantía del label para protegerse de una "pesca globalizada" y sin control
Getaria. Las primeras salidas al Atlántico para la pesca del bonito del Norte no han sido muy esperanzadoras y la incertidumbre pesa sobre la flota vasca de bajura. Repetir cifras como las de 2009, en las que las capturas cayeron un 30% con respecto a 2008, hasta los 4,4 millones de kilos -2,8 pertenecieron a embarcaciones guipuzcoanas-, sería muy duro de digerir. Según Miren Garmendia, secretaria de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, "volver a estar en niveles de captura del año pasado haría difícil el sostenimiento de algunas empresas".
Si bien los barcos que faenan a la cacea -una de las dos modalidades de pesca artesanal-, más extendida en Bizkaia, llevan desde mayo a la caza del bonito y el atún rojo: los que lo hacen a cebo vivo, mayoría en Gipuzkoa, han comenzado a partir esta semana.
El inicio de la pesquería del bonito motivó ayer que el Gobierno Vasco, las cofradías de pescadores de Gipuzkoa y Bizkaia y la fundación Kalitatea -el label vasco de calidad-, ofreciesen una rueda den prensa en la que explicaron la importancia de esta campaña para un sector que está pasando por apuros y se enfrenta a una "pesca cada vez más globalizada".
Para hacer frente a eso, apostaron por el producto con sello de la casa, la K de Kalitatea, el sello del Eusko Label. Amaia Luquin, directora de la fundación Kalitatea; Miren Garmendia y Aurelio Bilbao, en representación de las cofradías de Gipuzkoa y Bizkaia, respectivamente; el viceconsejero de Pesca, Jon Azkue, y el director de Calidad de su departamento, Jokin Díaz, explicaron los detalles de esta campaña en la que se tratará de poner el sello de calidad "al mayor número de ejemplares". Miren Garmendia incidió en lo "importante" que es para el sector "la diferenciación de nuestro producto en el mercado; que se sepa que estos ejemplares están pescados de una manera artesanal, sostenible y que garantiza la calidad", por lo que animó a los consumidores a exigir este sello.
Garmendia incidió en que mientras "aquí se hace el esfuerzo de establecer este etiquetado en tierra para garantizar la calidad, hay más género que llega de todo el mundo, sin identificar, capturado de diferentes maneras, muchas veces sin respetar la sostenibilidad del medio marino".
"No ha empezado bien" En el mismo sentido se manifestó Aurelio Bilbao, de la Federación de Cofradías de Pescadores de Bizkaia, quien lamentó que "la campaña no ha empezado bien" para los primeros barcos vizcainos de cacea: "Esperemos que cambie de un día a otro. De momento, el bonito no ha entrado, pero lo que marcará la campaña será lo que pase a partir de ahora".
El viceconsejero Jon Azkue confió en que esta campaña sea un éxito: "Estamos obligados a que las cantidad sea superior a la del año pasado", dijo. Se pescaron 4,4 millones de kilos de bonito del norte, que supusieron 17,6 millones de euros, y 843.000 kilos de atún rojo, por 4,25 millones.
Precisamente, Azkue se refirió a la reducción de capturas de atún rojo decretada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). Una limitación que consideró injusta porque "no se puede dar de comer de la misma sopera a quienes utilizan diferentes fórmulas de pesca", dijo: "Nosotros no esquilmamos y defenderemos donde haga falta un trato diferente a los que sí lo hacen".
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