Donostia. Kutxa está negociando la venta de Banco de Madrid con la Banca Privada d"Andorra (BPA), sin que todavía se haya cerrado la operación a la espera de ver cómo se resuelve el proceso concursal de Inmobiliaria Monteverde que tiene una deuda de 170 millones de euros y donde la filial de banca privada de la caja guipuzcoana es el principal acreedor.
Fuentes de Kutxa no confirmaron ni negaron ayer la operación de venta de Banco de Madrid, aunque sí manifestaron que la adquisición no se había ultimado, ni siquiera había compromiso de firma con la entidad compradora.
La operación está a la espera de cómo se resuelve el escollo del concurso de acreedores de Inmobiliaria Monteverde que cogió de lleno a Banco de Madrid y por el que Kutxa, como entidad matriz, ha tenido que provisionar por recomendación del Banco de España.
La crisis de la construcción ha afectado de manera importante a esta inmobiliaria que centra su actividad en la adquisición y posterior rehabilitación de edificios singulares y emblemáticos situados en el corazón de las principales ciudades del Estado como Madrid o Barcelona y también de Europa, como París y Londres, en viviendas de lujo y oficinas.
La crisis ha hecho que el valor de estos inmuebles, al no poder acometer su rehabilitación por falta de demanda, haya decaído con lo que se ha producido una minusvaloración de sus activos.
A esta situación hay que sumar que en este momento, Inmobiliaria Monteverde tiene licencia para construir en los edificios que tiene en el extranjero, como en Londres donde existe el interés de un grupo hotelero, y no en los que posee en el Estado.
Solventado este "agujero" que tiene ahora el Banco de Madrid, el cierre de la operación estaría a la espera de que el Congreso de los Diputados ratifique el acuerdo alcanzado entre los Gobiernos de España y Andorra, por el que los dos países se comprometen a intercambiar información tributaria, con lo que el Principado deja de ser un paraíso fiscal, como hasta ahora.
Esta es la razón por la que las entidades financieras andorranas deben abandonar una práctica en la que hasta ahora no daban cuenta a ningún estamento internacional sobre los negocios que se realizaban en el Principado para entrar en el segmento de la banca tradicional, con lo que se han lanzado a comprar gestoras y bancos, -como el caso de Banco de Madrid, que cuenta con una ficha para poder operar en banca comercial-, con el fin de implantarse en el Estado.
Con la venta de Banco de Madrid, Kutxa no va a obtener grandes plusvalías, sino que "se va a quitar un muerto de encima", tal y como señalan fuentes de la entidad, por las contínuas dotaciones que la matriz ha tenido que hacer a la filial desde que el ex presidente Fernando Spagnolo decidiera en 2001 comprar a Deutsche Bank la ficha bancaria.
La mala gestión de un equipo de profesionales ajenos de Kutxa, dirigidos por José Miguel López Frade, y la crisis de la banca privada, obligó a la caja a finales de 2008 a llevar con urgencia un plan de saneamiento en la filial para buscar nuevos socios que entraran en su capital o por el contrario proceder a su venta.
Quien fuera director general de Kutxa, Jesús Mari Iturrioz, fue nombrado consejero delegado para sanear la filial comenzando con el cese de López Frade, que, entre otras cosas, firmó la compra por parte de Banco de Madrid del 49% de Munreco, S.L., una distribuidora de relojes, propiedad de un amigo suyo. En diciembre, Kutxa se desprendió de ese paquete con su venta al principal socio de la empresa.