Un despido puede ser una de las situaciones más difíciles a las que debe de enfrentarse un trabajador en su vida laboral, ya que es una experiencia desagradable. El momento de recibir la carta puede estar cargado de tensión, por lo que es importante mantener la calma y fijarse bien en lo que se tiene delante para no ser engañado por la empresa que lleva a cabo el cese. Fruto del momento que se está viviendo y, en ocasiones, por desconocimiento, se pueden cometer graves errores. Por ello, existen una serie de pasos esenciales que no debes pasar por alto si te encuentras en esta situación. Recuerda que estos fallos pueden tener consecuencias legales serias y afectar de manera significativa en el futuro.

Qué es una carta de despido

La carta de despido es un documento oficial que la empresa está obligada a entregar al trabajador para comunicarle que va a ser despedido. En concreto, se trata de poner en conocimiento del trabajador la decisión de la compañía, la fecha del despido y la causa que lo motiva.

Despido verbal

Uno de los errores garrafales que puedes cometer después de ser despedido es aceptar un despido verbal. Puede que parezca inofensivo, pero este tipo de cese genera problemas legales serios. Por ejemplo, si una empresa te comunica que no te presentes más a trabajar a partir de mañana, y si acatas la orden sin exigir una carta formal, la compañía podría tardar varios días para formalizar tu baja en la Seguridad Social y en entregarte la carta de despido.

Esta acción parece ser una solución bastante rápida para evitar conflictos, pero, en realidad, resulta ser la situación más complicada porque puede tardar varios días en formalizar tu despido en el sistema. En este contexto, el empleador podría argumentar que has abandonado voluntariamente tu puesto de trabajo. El resultado sería un despido considerado disciplinario, sin derecho a indemnización y, además, con posibles dificultades para acceder a la prestación de desempleo.

Despido improcedente

Imagina que has cometido un gran error, como borrar sin querer la base de datos de la empresa, y mientras se arregla la situación, han pasado dos meses. De pronto, recibes una carta de despido en la que se detallan todos los hechos que has cometido y las consecuencias ocasionadas. En sí, aunque hayas cometido el error sin querer y la empresa tuviese conocimiento de ello sin haberte despedido en su momento, el cese sería considerado improcedente por no haberse producido de forma inmediata tras el incidente. En este caso, tendrías derecho a una indemnización de 33 días por año trabajado.

Razones para el despido procedente

Según el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores, el contrato podrá extinguirse por decisión de la empresa si se producen incumplimientos, como faltas injustificadas de asistencia o puntualidad al trabajo, actos de indisciplina, ofensas verbales o físicas a personas en la empresa, embriaguez, rendimiento laboral o casos de acoso por razón de origen racial, étnico, religión, convicciones u orientación sexual.

Tener todo por escrito

Ante cualquier tipo de despido es importante tener todo por escrito. Esto incluye tanto la carta de despido como la baja formal en la Seguridad Social. Nunca permitas que te despidan sin recibir un documento oficial que lo acredite. Si la empresa no te entrega estos documentos, debes seguir trabajando hasta recibir la notificación. Si el despido no se formaliza adecuadamente, lo más recomendable es consultar a un abogado laboralista para conocer tus derechos y así evitar errores que puedan adjudicar a tu persona.