La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y el colectivo Dignidad y Justicia han pedido este viernes al alcalde de Donostia, Eneko Goia, que suspenda la colocación este sábado de una placa en memoria del conductor de autobús Mikel Zabalza, muerto durante su detención por la Guardia Civil en 1985.
Goia anunció el pasado martes la celebración de este homenaje a Zabalza que tendrá lugar frente al número 35 de la calle Baratzategi del barrio de Intxaurrondo, junto a la comandancia de la Guardia Civil de Gipuzkoa, tras una recepción previa a familiares en la casa consistorial.
En sendas cartas remitidas al primer edil donostiarra, la AVT y Dignidad y Justicia le expresan ahora su oposición a este acto y le reclaman que sea suspendido.
En su misiva, la AVT le recuerda a Goia que cuenta con la representación de "más de 4.800 víctimas del terrorismo", a las que les "duele" que "esta placa se vaya a colocar al lado del cuartel de Intxaurrondo, señalando así a la Guardia Civil como asesina".
"Una Guardia Civil que, junto con las demás Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, logró acabar policialmente con ETA", indica la AVT que advierte además de que la colocación de placas y "todos los trabajos para dar visibilidad" a la denominadas víctimas "de la violencia policial" se engloban "en la teoría del conflicto que desde el entorno de ETA se está pretendiendo vender desde hace mucho tiempo".
Dos bandos enfrentados
"Estas placas son un instrumento más para hacer ver que aquí hubo dos bandos enfrentados y que hubo víctimas en ambos lados", insiste este asociación, para la que "en ningún caso se puede hablar de víctimas de violencia policial".
En este sentido señala que si en algunas circunstancias se pudiera probar que "existió algún tipo de daño", que "no es el caso" de Zabalza, se podría hablar de "hechos aislados y puntuales realizados por algunos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado" que responderían a "negligencias profesionales puntuales más que de abusos policiales en genérico".
Por su parte, el escrito enviado a Goia por Dignidad y Justicia recuerda la existencia de documentos en los que la organización terrorista ETA "reconoce implícitamente la militancia" de Zabalza, y detalla la existencia de "cinco resoluciones judiciales" que en su momento constataron la "inexistencia de indicios que permitieran determinar" que los hechos investigados en torno al fallecimiento de esta persona "fueran constitutivos de delito alguno".
"Y mucho menos que la causa pudiera dirigirse contra miembro alguno de la Guardia Civil", insiste este colectivo, que critica también el informe elaborado por la Comisión de Valoración para reconocer a Zabalza como víctima de "violencia ejercida por motivaciones políticas".
Medidas apropiadas
Por todos ello, advierte a Goia de que "tiene la obligación legal y el deber moral de adoptar todas las medidas apropiadas para garantizar la dignidad de las víctimas del terrorismo", al tiempo que le recuerda su "obligación de prevenir y de evitar la realización de actos en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación a las víctimas o sus familiares".
Diginidad y Justicia le insta además "expresamente" a que, como alcalde de Donostia, suspenda el homenaje a Zabalza y declare nulos "todos los acuerdos adoptados" por el Ayuntamiento "en relación a su reconocimiento como víctima de violencia política". "Reservándose esta asociación todas las acciones legales oportunas en caso contrario", concluye la carta.
En febrero de 2022, el Gobierno Vasco reconoció a Zabalza como víctima de abusos policiales al concluir que su muerte, tras ser detenido por la Guardia Civil, tuvo "naturaleza violenta" y fue "resultado de prácticas de tortura con posterior desaparición".
"Las evidencias, el conjunto de testimonios y los hechos demostraron que ni Mikel Zabalza ni quienes fueron detenidos en la misma operación de la Guardia Civil pertenecían a ETA", según señaló en aquel momento el Ejecutivo autonómico.