El final de una época. Tras décadas de alegrar a generaciones de donostiarras, el icónico carrrusel Txuri Urdin de la plaza Zuberoa, ubicado en el barrio de Gros de Donostia, ha echado el cierre definitivo.
El carrusel Txuri Urdin era mucho más que una simple atracción: sus caballitos, luces y música han acompañado a generaciones de niños, convirtiéndose en un símbolo de la infancia, un punto de encuentro familiar y un elemento característico del paisaje urbano de Gros.
Historia y evolución
El carrusel, construido entre 1900 y 1910, ha sido testigo de generaciones de donostiarras y turistas. En la primera versión del tiovivo, cuando no disponía de energía eléctrica, el movimiento del mismo se realizaba de forma manual, gracias a un trabajador que se ubicaba en el centro dela instalación. Con el paso del tiempo se incorporó un motor eléctrico, sistema que ha estuvo activo hasta el año 2000.
En 2008 fue objeto de una completa restauración que lo convirtió en una joya de la Belle Époque, con ilustraciones a mano inspiradas en fotografías antiguas de la ciudad. El dueño del carrusel, Patxi Vizcaíno, agradece al pintor esta labor: "El pintor que lo hizo fue su último trabajo porque era muy mayor. Se implicó mucho en hacerlo".
La última vuelta
Pero todo llega a su fin y, esta vez, le ha tocado al carrusel Txuri Urdin. Vizcaíno expresa su pesar por esta situación: "Es como si te vence el contrato de la casa", afirma. A pesar de las numerosas muestras de cariño y apoyo por parte de los vecinos, el contrato, que es improrrogable, ha sellado el destino del Carrusel: "No ha habido renovación, ni nos han notificado de ningún sitio nada. En el contrato ponía que era irrenovable". Además, confiesa que le hubiera gustado seguir con el carrusel "dos o tres añitos más, hasta llegar a la edad de jubilación", pero prefiere ver "la parte positiva".
Al no poder estar a la espera de obtener más noticias, Vizcaíno no ha tenido otra opción que venderlo: "Ya lo hemos vendido. Es como si te vence el contrato de la casa. No puedes estar esperando a que el dueño te diga el día anterior que continúas. Tú ya te has buscado otra casa. Esto es igual", explica el donostiarra.
Primeros años en la plaza Zuberoa
"Las familias nos tienen mucho cariño y ahora están bastante dolidas por no haber podido renovar el contrato"
Vizcaíno recuerda los inicios del Carrusel. Rememora la plaza Zuberoa como una zona que "al principio estaba deteriorada y no había mucho comercio". Recuerda con cariño esos momentos: "Situaron el carrusel en esta zona para poder revitalizarla. Lo colocamos y durante todos estos años ha tenido una muy buena aceptación. No tanto en exceso de gente, sino en calidad de personas. Las familias nos tienen mucho cariño y ahora están bastante dolidas por no haber podido renovar el contrato".
El cariño de los vecinos
"Los vecinos nos han hecho homenaje, fiesta… incluso querían protestar"
A lo largo de los años, el carrusel se ha convertido en un punto de encuentro para familias y amigos. Los vecinos de Gros le han expresado su pesar por el cierre y han mostrado su agradecimiento a Patxi por su dedicación, tal y como cuenta el propietario: "Nos han hecho un homenaje, una fiesta… incluso querían protestar".
"No tenemos palabras para agradecer todo el apoyo que hemos tenido. La mejor ganancia ha sido tenerlos a ellos", reconoce Vizcaíno, quien destacael cariño de la gente como lo más gratificante de esta etapa.
Un futuro incierto
"Éramos como una familia"
El cierre del carrusel Txuri-Urdin plantea interrogantes sobre el futuro de las atracciones infantiles en Donostia y sobre la protección del patrimonio histórico de la ciudad. Así lo refleja Vizcaíno: "El carrusel tiene 115 años, esto es una antigüedad, es una joya. En otros lugares estaría protegido y valorado".
Además, cree que otro carrusel no tendría el mismo éxito: "Nuestro carrusel estaba personalizado. Poner otro tiovivo no va a funcionar. Lo que vale es la persona. Y aquí éramos como una familia".
La versión del Ayuntamiento
El Ayuntamiento, por su parte, explica que la Junta de Gobierno local aprobó, en su reunión de trabajo del 9 de agosto de 2023, la décima y última prórroga para el periodo comprendido entre el 11 de octubre de 2023 y el 10 de octubre de 2024. La primera adjudicación, que se ha ido prorrogando año tras año, se efectuó en 2013. Según fuentes municipales, el titular del carrusel en todo momento era conocedor de la fecha en la que se agotaba definitivamente la adjudicación.
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