El chocolate y las chocolaterías forman parte del paisaje doméstico y urbano de Donostia desde hace siglos. Aunque los establecimientos especializados en esta bebida dulce y caliente son cada vez menos en Donostia, el chocolate en tableta y los bombones siguen siendo un clásico de la alimentación desde la llegada del cacao de América en el siglo XVI. Los comercios especializados siguen abriendo en Donostia, aunque las fábricas ya cerraron, y en cualquier cafetería se puede degustar un chocolate caliente.

La costumbre de consumir chocolate se extendió gracias al comercio naval y fue también responsable del nacimiento de nuevos oficios y establecimientos, tanto en la pequeña Donostia de hace cinco siglos como en el resto de Gipuzkoa.

Hasta el 7 de abril

Desde el pasado 23 de marzo y hasta el domingo 7 de abril, el claustro del museo de San Telmo acoge una exposición sobre el chocolate y sus técnicas, incluida dentro del ciclo De ayer y de hoy. Oficios tradicionales. Si en años anteriores la muestra sobre los trabajos populares se centró en el lino, el pastoreo y el queso y la cestería, esta vez toca el turno a las herramientas y costumbres relacionadas con el producto dulce derivado del cacao.

Una treintena de objetos relacionados con la elaboración artesanal del chocolate se pueden contemplar alrededor del patio del antiguo convento dominico. Además de materia primas, herramientas de trabajo y piezas ligadas al consumo y comercialización del chocolate, se proyecta un audiovisual que muestra todo el proceso de elaboración del producto.

Las piezas que se exhiben en el museo donostiarra forman parte de la colección del chocolatero tolosarra Rafa Gorrotxategi e ilustran todo el proceso artesanal, que comienza con la compra de los frutos a miles de kilómetros y la extracción de las habas del cacao. Antes de su comercialización, el producto tiene que pasar por el tueste, la retirada de las cáscaras y la elaboración de las distintas mezclas para lograr el comestible deseado.

Una chocolatera antigua N.G.

Según recuerda el Museo de San Telmo, el oficio de chocolatero surgió en el siglo XVI, tras la llegada del cacao de América. Los confiteros locales se apropiaron del saber hacer necesario para la nueva materia prima y adaptaron sus conocimientos. “A lo largo de los siglos, la chocolatería se ha ido especializando y modernizando, incorporando maquinaria en el proceso hasta llegar a la producción industrial masiva”, explican los organizadores de la muestra, que añaden que la producción industrial “supuso un duro golpe para gran cantidad de artesanos del chocolate, que tuvieron que abandonar su actividad”.

Las chocolaterías han sido un negocio tradicional en Donostia y su arraigo entre la población, innegable. El reciente cierre de la churrería Santa Lucía de la calle Puerto, especializada en chocolate con churros, supuso un impacto entre la ciudadanía y ejemplifica la importancia que ha tenido este alimento.

Actualmente, siguen existiendo locales especializados en chocolate a la taza, como El Puerto, en la calle del mismo nombre y la bebida se sirve en numerosas cafeterías. Además, en Donostia persisten tiendas dedicadas a este producto como la chocolatería Maitiana, Gorrotxategi, Chocolat Factory, Leónidas, Chocolates de Mendaro y las más nuevas Lurka y Choc Arte, entre otras.

Louit y Suchard, fábricas desaparecidas

Donostia, además, contó con fábricas de chocolate que aromatizaban sus respectivos barrios. Así sucedió con la factoría Louit, junto a la calle Gran Vía, que dejaba escapar sus perfumes y cerró en la década de 1970.

Los mismo sucedía con Suchard, que abrió en Donostia en 1909, de la mano de unos chocolateros Suizos, y cerró en 1988.

La Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, que empezó a navegar hacia Venezuela en 1730 con el aval del rey Felipe V, disfrutó casi de un monopolio del comercio de cacao en la época y contó durante largo tiempo con almacenes detrás de la basílica de Santa María.

Talleres para adultos y pequeños

La exposición sobre el chocolate y sus herramientas instalada en San Telmo se acompaña de distintas demostraciones, catas de chocolate y talleres infantiles. La próxima actividad, a cargo del confitero especializado Rafa Gorrotxategi se ha programado el martes 2 de abril, de 16.30 a 19.30 horas. El artesano tolosarra elaborará el producto a la vista del público y atenderá las preguntas de los visitantes

El sábado 6 de abril, por otra parte, el experto ofrecerá dos catas. Una a las 17.00 horas para público familiar, al precio de cinco euros por familia, y otra a las 19.00 horas, para adultos (10 euros).

La muestra temporal también incluye talleres infantiles, que tendrán lugar los días 2, 3, 4, y 6 de abril en horario de 10.30 a 12.30 horas. En este caso, los txikis experimentarán creando productos con chocolate en polvo, líquido y sólido. Todas las sesiones serán en euskera y el precio, de 2,5 euros.

El chocolatero Gorrotxategi, que ofrecerá los talleres, muestra unas velas, cuyos fabricantes se convirtieron en chocolateros tras la llegada del cacao Javier Colmenero