El Ayuntamiento de Donostia defenderá en los tribunales su negativa a permitir que se agrande el hotel Arbaso, tras el recurso presentado por la empresa de servicios turísticos Mugaburu, que pidió la ampliación del establecimiento, situado en la esquina de las calles San Martin con Hondarribia, con el edificio contiguo de la calle Hondarribia 22, actualmente en obras. De este modo, el céntrico hotel que abrió sus puertas en enero de 2020 añadiría una quincena de habitaciones al medio centenar con las que cuenta en la actualidad.

Como se recordará, ante la proliferación de hoteles en edificios de viviendas, el Ayuntamiento cambió las normas del Plan General y exige ahora a los propietarios de edificios que elaboren un Plan Especial si lo quieren transformar en hotel. En este caso, tras analizar el plan, el Consistorio ha considerado que la ampliación no responde al interés público, por lo que ha denegado el permiso, lo que ha sido recurrido por la empresa del hotel, propietaria también del edificio anejo.

El Ayuntamiento de Donostia aprobó también una moratoria de licencias de alojamientos, con el apoyo de todos los grupos políticos excepto el PP, que se abstuvo, en vigor hasta abril próximo. De este modo, gana tiempo para llevar a cabo una regulación concreta dentro del Plan General, con la misma finalidad de limitar la proliferación de alojamientos.

Esta moratoria afecta no solo a los permisos para abrir nuevos hoteles y otros alojamientos, sino también a sus ampliaciones, como sería el caso del número 22 de la calle Hondarribia que, además, se proyecta en un edificio de viviendas.

A pesar de la negativa municipal, el inmueble ya está siendo reconstruido interiormente. Si no se puede destinar a hotel o apartamentos turísticos, siempre podrá servir como viviendas, su destino tradicional.

La empresa Mugaburu, que recurrió ante el contencioso administrativo para impugnar la decisión del Ayuntamiento de desestimar la aprobación inicial del Plan Especial de Renovación Urbana para implantar un uso de hospedaje en el edificio, es una de las cuatro que presentaron otros tantos recursos contencioso administrativos contra la decisión de aprobar una suspensión de permisos para alojamientos en la ciudad.

La promotora Teklanik SL, la empresa de rehabilitación Arts Askonabitza y la Compañía de Servicios Sociales San Ignacio son las otras tres firmas que se opusieron a la suspensión de licencias durante un año.

La Compañía de Servicios Sociales San Ignacio, responsable de la residencia de mayores Hermano Gárate, tiene un proyecto para crear un nuevo hotel de 100 habitaciones en un solar situado detrás del centro asistencial, un lugar que en el pasado se barajó como punto para la construcción de apartamentos de mayores ligados a la residencia.

Hotel Arbaso, en la esquina San Martín-Hondarribia, y, a su derecha, el inmueble adquirido para ampliarlo. Gorka Estrada

Presión turística

Las reglas instauradas en la suspensión de licencias de alojamiento por un año serán la base para las futuras normas del Plan General, aunque podrían sufrir variaciones. Ahora, la ciudad se divide en dos zonas, según su presión turística. Por una parte, en el Centro, Antiguo-Ondarreta, Ategorrieta-Ulia, Gros e Ibaeta, la suspensión de licencias afecta a todas las parcelas. La Parte Vieja no se cita ya que tiene esa prohibición desde 2020.

También quedan afectadas por esta medida Lorea, Igara, Amara Zaharra, Miraconcha, Aldapeta, San Roque, el Puerto, Manteo, Sagüés, Mitxelene, Tokieder, Ulia-Barren, la carretera del Faro, Benta Berri, Seminario, Lizarriturri, Erregenea, Torre Satrustegi y el parque de atracciones de Igeldo. En estas zonas existen pabellones (uso terciario) que se podrían transformar en hoteles si no hubiera moratoria, argumenta el Consistorio.

En el resto de la ciudad, se suspenden los nuevos alojamientos en los solares de tipo residencial aunque podrían llevarse a cabo en los suelos terciarios. También se podrían autorizar en los edificios protegidos.