Al mediodía de hoy técnicos municipales, con el concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos, Carlos García, al frente, han acudido a la playa de Ondarreta para valorar sobre el terreno los daños que el mar ha causado en el muro del paseo Eduardo Chillida.

A este punto han acudido también representantes de Costas, organismo competente para conceder los permisos necesarios para que el Consistorio meta en el arenal las maquinas necesarias para ejecutar la obra.

El personal técnico asegura que, al no estar previstos episodios de fuertes oleajes, la grieta y los daños en el muro no irán a más

Según ha explicado García, el Ayuntamiento tuvo conocimiento ayer de que el mar se había llevado la arena y había dejado descarnada la base del muro, del que se movieron también varias piedras y donde surgió una grieta de importantes dimensiones.

Durante la jornada de mañana se procederá a retirar todas las piedras desprendidas y preparar el terreno para acometer la reparación del muro.

El Ayuntamiento, ha informado García, tiene previsto, además de retirar las piedras, colocar “una zapata” de hormigón para garantizar que el muro se sostenga de forma adecuada y poder, a posteriori, colocar las piedras de nuevo en su lugar.

Estas tareas comenzarán a efectuarse, previsiblemente, a partir del lunes, una vez se cuente con los oportunos permisos de Costas, y se prolongarán por espacio de cuatro o cinco días ya que, ha apuntado el edil del PSE, el desarrollo de las intervenciones se ve condicionado por las mareas.

“Solo podemos trabajar cuando la marea está baja, por lo que contamos con más o menos tres horas al día para actuar”, ha añadido García.

 Hace aproximadamente seis años, ha recordado, tuvo lugar un episodio de similares características que se resolvió cerrando la herida del muro con cemento.

En esta ocasión se ha decidido realizar una mejora más en profundidad aunque, según ha señalado el ingeniero municipal que ha visitado el lugar, “no parece que la grieta vaya ir a más”.

A tenor de la valoración técnica llevada a cabo, no parece que exista riesgo en la zona, aunque el edil de Mantenimiento Urbano ha apelado al “comportamiento cívico” de las personas que acudan a la playa antiguotarra.

“Cuando esté la marea baja es mejor que nadie se acerque hasta este punto. Hoy mismo hemos podido observar que algunas personas incluso han ido a coger cangrejos a la grieta abierta”, ha lamentado García, que ha acudido a las 14.00 horas con su equipo hasta el muro, aunque han tenido que esperar hasta las 16.00 horas, cuando ha llegado la bajamar, para realizar una valoración más exacta de los daños.

En las siguientes jornadas, ha destacado, no se prevé que se den episodios de mareas vivas ni grandes oleajes, por lo que se confía en que la grieta no aumente.

También el representante de Costas ha podido ser testigo de esta valoración y aunque las obras las ejecutará el Ayuntamiento donostiarra será este organismo el que conceda los permisos necesarios para que entren las máquinas a la playa a partir del lunes.

El Tenis

Las miradas de las y los donostiarras se han fijado recientemente en este enclave por motivos diversos. Hace pocas fechas el Ayuntamiento dio a conocer su decisión de acudir a los tribunales para defender que las instalaciones del Tenis se mantengan en su actual ubicación.

La Junta de Gobierno local aprobó este mismo mes la interposición de un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional en contra de la presunta desestimación de la petición de una prórroga extraordinaria para poder seguir ocupando los 17.800 metros cuadrados de terrenos del Tenis .

Otro de los temas que preocupa al Ayuntamiento es que la finalización de la concesión de terrenos atañe también al conjunto del Peine del Viento. En este caso lo que podría verse afectado es el proyecto de refuerzo de la ladera del monte para poder retirar la valla de protección que se colocó en 2015 contra los desprendimientos, obra ésta que tiene que ser permitida por el Ministerio de Transición Ecológica. l