Al menos cuatro empresas relacionadas con el sector de alojamiento han presentado otros tantos recursos contencioso administrativos contra la decisión del Ayuntamiento de Donostia de suspender durante un año la apertura de alojamientos para visitantes

En concreto, la promotora Teklanik SL, la empresa de servicios turísticos Mugaburu, la firma especializada en rehabilitación Arts Askonabitza y la Compañía de Servicios Sociales San Ignacio, que proyecta levantar un hotel de 100 habitaciones en un solar situado detrás de la residencia de mayores del mismo nombre, son las sociedades que han reclamado ante los jueces que el Ayuntamiento anule la moratoria de apertura de hoteles decretada de modo provisional.

La Junta de Gobierno prevista para este martes en el Consistorio donostiarra dará luz verde a que la dirección jurídica del Ayuntamiento defienda en los mismos tribunales su decisión. En su momento, la medida fue justificada por el Consistorio en la necesidad de poner coto a la proliferación de hoteles en determinadas zonas de la ciudad, que las autoridades consideran saturadas, aunque aún no tiene una norma para concretar cuándo determinada zona tiene un exceso de alojamientos.

La moratoria en las licencias de alojamientos fue aprobada por el Pleno del pasado mes de marzo con los votos favorables de todos los grupos políticos, excepto el PP, que se abstuvo.

En principio, la decisión suspende durante año las autorizaciones para la apertura de hoteles, alojamientos turísticos y pisos vacacionales. La medida es una decisión temporal hasta que las nuevas reglas del Plan General recojan las condiciones que se impondrán para autorizar una nuevo establecimiento.

La moratoria de licencias diferencia dos zonas. En los barrios con mayor presión turística, como Antiguo-Ondarreta, Ategorrieta-Ulia, el Centro, Gros e Ibaeta, la suspensión de licencias para hoteles y apartamentos afecta a todas las parcelas. En el resto de los barrios se restringe a las que son de tipo residencial. La Parte Vieja queda excluida de la medida ya que no se pueden abrir nuevos alojamientos desde 2020. 

Dentro de los barrios considerados con mayor presión turística, se incluyen zonas como Lorea e Igara, donde hay pabellones terciarios que, sin la moratoria, podría convertirse en hoteles. Amara Zaharra, Miraconcha, Aldapeta, San Roque, el Puerto, Manteo, Sagüés, Mitxelene, Tokieder, Ulia-Barren, la carretera del Faro, Benta Berri, Seminario, Lizarriturri, Erregenea, Torre Satrustegi y el parque de atracciones de Igeldo son otros ámbitos a los que afecta la suspensión de licencias, que también frena las obras de ampliación.

Campings

Por contra, los campings, agroturismos y casas rurales en zonas no urbanizables sí podrán obtener permisos para abrir sus puertas, mejorar o ampliar sus instalaciones. La moratoria en la apertura de nuevos hoteles y similares es una de las decisiones adoptadas por el Consistorio para poner freno a la proliferación de los efectos negativos del turismo.

La suspensión de licencias se basa en el “riesgo de que las parcelas de actividades económicas de la ciudad se destinen de manera prioritaria a usos de hospedaje, con los perjudiciales efectos que eso conlleva o puede conllevar”. También en “otras preocupantes afecciones cuantitativas y cualitativas” derivadas de la reducción de viviendas destinadas a domicilio habitual”, como el “encarecimiento del precio de la vivienda”, según señala el documento que aprobó el Pleno el pasado mes de marzo.