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Marina Palacio: “Hacer cine es algo liberador para mí; es mi forma de conocer a las personas”

Tras el éxito de su primer corto, ‘Ya no duermo’, la joven cineasta donostiarra Marina Palacio se encuentra rodando su primer largometraje ‘Y así seguirán las cosas’

Marina Palacio: “Hacer cine es algo liberador para mí; es mi forma de conocer a las personas”Andrea Sánchez

Natural y liberador. Eso es lo que significa hacer cine para la joven Marina Palacio (Donostia, 1996), quien no pretende seguir dogmas ni referentes, aunque puntualiza de manera contundente, pero sin un ápice de arrogancia, que “querer hacer las películas a mi manera no significa, ni mucho menos, que no admire el trabajo de otros cineastas”. 

“Los protagonistas son siete niños, y la idea es grabarles a lo largo de seis años para mostrar el paso de la infancia a la adolescencia”

Actualmente, se encuentra rodando su primer largometraje, Y así seguirán las cosas, una obra a caballo entre el género documental y la ficción, que se rueda y escribe simultáneamente, y que surge al calor del proyecto Ikusmira Berriak de Tabakalera. “Los protagonistas son dos niñas y cinco niños, y la idea es grabarles a lo largo de seis años”, explica. La cinta, que pretende mostrar el paso de la infancia a la adolescencia de los siete niños, no está exenta de complicaciones. “Desde el principio tuve claro que el escenario iba ser la localidad palentina de Carrión de los Condes, donde ya rodé mi primer cortometraje, y decidimos a hacer un casting para buscar críos de la zona. Parecía difícil, pero al final dimos con una familia que se mostró encantada con el proyecto y está siendo muy gratificante”, cuenta Palacio.

Los pequeños, que no son actores, son familia entre sí (hermanos y primos), lo cual facilita mucho el trabajo, y ruedan durante las vacaciones estivales. “Este verano será el tercero, por lo que ya habremos llegado al ecuador. Si todo va bien, esperamos haberla terminado dentro de tres años”. La joven directora se expresa en plural, y es que en todo este proceso cuenta con la colaboración de su aita, Kechús Palacio, al igual que ya hizo con su primer cortometraje, Ya no duermo. “Mi padre es una persona muy creativa y aunque no se dedica profesionalmente al mundo del cine, siempre me ha transmitido, junto a mi ama, la pasión por el cine. Al igual que yo, no solo disfruta viendo películas, sino también creándolas. Es una persona que me inspira muchísimo”.

“Mi padre es una persona muy creativa que me inspira muchísimo. Es quien me ha transmitido la pasión por el cine”

Marina Palacio

Así las cosas, padre e hija se han convertido en coguionistas de su primer filme, algo que provoca momentos “muy bonitos y emocionantes, sobre todo cuando damos con una idea que nos entusiasma a los dos”, pero también alguna fricción. “A la hora de escribir el guion a veces surge el desacuerdo entre nosotros, y es entonces cuando paso de ser la hija a ser la directora. La última palabra la tengo yo”. 

“A la hora de escribir el guion a veces surge el desacuerdo entre nosotros; entonces paso de ser la hija a ser la directora”

Siempre con la cámara a cuestas

La que fuera parte de la primera promoción de la Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE) de Donostia, reconoce que nunca se había planteado dedicarse profesionalmente al cine, “aunque éste siempre había estado muy presente en mi vida”. No e n vano, desde que tiene uso de razón no ha soltado la cámara: “Desde bien pequeña me dedicaba a grabar a mis padres en escenas cotidianas, en casa. Era algo que me divertía mucho”. 

Con una marcada vocación artística y una inclinación especial por el dibujo, cuenta que decidió estudiar Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Pasarían tres años hasta que la donostiarra decidiera centrarse en lo audiovisual, mediante algunos proyectos que realizó antes de acabar la carrera. Aquello encendió una pasión que no ha hecho más que ir a más. “Nada más terminar los estudios, se crea la Elías Querejeta Zine Eskola y decido presentarme porque, más que un contexto académico, me parece un contexto muy interesante para explorar. El curso duró un año y fue una experiencia inolvidable”. 

Un éxito inesperado

Fruto de aquella estancia nace el corto Ya no duermo, protagonizado por su padre y su primo pequeño, Miguel Burgueño. El trabajo obtuvo un éxito inesperado para la donostiarra, proyectándose en diversos festivales de cine, entre otros el Zinemaldia de 2020, y logrando el premio al mejor cortometraje en el Festival de Málaga de 2021. Una experiencia que le otorgó la confianza suficiente para abordar nuevos proyectos cinematográficos.

Ahora Palacio insiste en que independientemente del resultado que obtenga con su opera prima, el proceso de creación “está siendo muy interesante”, dado el cariz experimental del proyecto: “Ni mi padre ni yo venimos condicionados por el mundo académico del cine; nadie nos ha dicho cómo tenemos que hacerlo y no me importa si los demás ven con buenos ojos lo que hacemos. Hacer cine me resulta muy liberador, es mi manera de acercarme a las personas”, concluye.