Los 65.000 metros cúbicos de piedras depositadas en la zona Alta de Belartza desde el año 2016, que los tribunales ordenaron retirar hace más de tres años, serán eliminadas próximamente, según aseguró ayer la concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus.

La concejala manifestó que la pasada semana llegó al Ayuntamiento de Donostia el “compromiso” de la empresa propietaria del terreno y responsable del depósito, que habría accedido a llevarse a otro emplazamiento los fragmentos de roca procedentes de la antigua cantera de Belartza, donde se ubicó un supermercado y un restaurante.

La concejala del PNV dio a conocer las actuales intenciones de la empresa tras ser interpelada por el concejal de EH Bildu Ricardo Burutaran en la comisión de Pleno de Ordenación del Territorio. Burutaran preguntó a la delegada de Urbanismo por qué la Junta de Gobierno no había aún adjudicado la retirada de las piedras para posteriormente cobrar la operación a la empresa propietaria, tal y como anunció. Asimismo, quiso saber si el Ejecutivo local tenía intención de “legalizar” de algún modo el vertido, que fue calificado de ilegal por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

Arzallus reconoció que el pliego de condiciones para sacar a concurso la retirada de piedras estaba en proceso de elaboración, aunque el cambio de criterio de la empresa, que ahora acepta eliminar este vertido contrario a la legalidad paraliza el proceso de ejecución subsidiaria al que había llegado el Ayuntamiento tras una decena de multas coercitivas impuestas, como autoriza la ley.

La delegada de Urbanismo calificó de “buena noticia” que se vayan a retirar las piedras y explicó que, por lo visto, la empresa va a utilizarlas como relleno en alguna obra porque son “de buena calidad”. Asimismo, añadió que la propietaria de los terrenos también presentará un calendario de actuaciones, que prevé empezar este mismo mes de diciembre.

Burutaran, por su parte, confió en que la retirada de piedras “no sea un mero papel” y añadió que “si se cumple, será una buena noticia”.

Polígono

El depósito de piedras procedentes de la excavación de la cantera en un entorno natural protegido y con permiso municipal temporal se fue alargando con el tiempo y fue denunciado por el colectivo naturalista Haritzalde, que recurrió a los tribunales y ganó. Mientras tanto, la empresa rechazó llevarse las piedras a otro lugar porque, según sus planes, el depósito era necesario para el desarrollo de un polígono comercial y empresarial autorizado en la zona.

Según algunos cálculos, el traslado de las piedras de Belartza Alto podría tener un coste cercano a los 1,2 millones de euros, una suma que el Consistorio preveía pagar para posteriormente reclamársela a los propietarios del terreno.