El Centro de Interpretación de Ulia, que abrió sus puertas en 2012, ha cumplido su primera década de vida dando a conocer los secretos de la naturaleza de este rincón del término municipal donostiarra, así como otras realidades relacionadas con la naturaleza y el medio ambiente.

Momento de la inauguración del centro cultural medioambiental, hace diez años.

Por el pequeño espacio ubicado cerca del parque infantil del monte han pasado hasta el momento 30.000 personas, entre ellas las pertenecientes a 625 grupos escolares, principalmente de Donostia, pero también de otras localidades guipuzcoanas.

Los alumnos y alumnas que han conocido el espacio expositivo han podido ampliar sus conocimientos sobre distintas materias relacionadas con el ecosistema en general y el monte costero donostiarra, en particular.

En los últimos tiempos, los turistas y visitantes también se acercan al lugar, animados por la información que reciben en las oficinas de turismo y en las guías, según explican los responsables del centro, gestionado por la Fundación Cristina Enea. Para el futuro, además de recuperar el ritmo atacado por la pandemia, la entidad prevé seguir adecuando el espacio que rodea el centro, enriqueciéndolo con elementos didácticos.

El espacio se ubica en una antigua construcción de 330 metros cuadrados ligada a las antenas que existían en la zona. Cuenta siempre con una exposición permanente interactiva, en la que se detallan distintos aspectos del monte Ulia, como su flora, su fauna, su geología y su historia.

exposiciones variadas

Además, organiza también otras exposiciones temporales sobre estos mismos campos u otros relacionados con ellos. Por ejemplo, se han ofrecido muestras para visibilizar proyectos relacionados con la red de charcas para ranas existentes en Donostia. Habitualmente, además de la exposición permanente, el Centro de Interpretación de Ulia organiza unas cuatro muestras al año, una por estación.

Una de las que resultó más atractiva para los visitantes fue la dedicada a Josetxo Mayor, el vecino de Ulia que se ocupó durante años de arreglar los caminos de modo voluntario, por lo que recibió una Medalla al Mérito Ciudadano del Ayuntamiento. Otra muestra también muy exitosa fue la que recogió la historia del primer transbordador aéreo que se construyó en Ulia, obra del ingeniero cántabro Leonardo Torres Quevedo, que después instaló otro similar en las cataratas del Niágara. Recientemente, se ha recuperado el apiario que se retiró tras la irrupción de la avispa asiática, una instalación que permite conocer la vida de las abejas.

Además, el Centro de Interpretación también ha colgado distintas exposiciones con las imágenes del monte que han tomado parte en los distintos concursos fotográficos organizados en torno a Ulia.

El espacio cultural no abre todos los días del año, aunque sí todos los del verano. Se puede visitar de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas entre el 21 de junio y el 11 de septiembre. El resto del año solo se puede acudir de 11.00 a 14.00 los fines de semana, aunque los centros escolares pueden concertar citas. También se abre al público en las vacaciones de Semana Santa, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 19.00 horas.